Reino Unido
El Gobierno británico considera que ser gay o mujer no debe servir para pedir asilo
La ministra del Interior, Suella Braverman, afirma en un discurso en EE UU que el multiculturalismo ha fracasado
La ministra británica de Interior, Suella Braverman, defendió hoy que el temor a ser discriminado “por el hecho de ser gay o mujer” no debería servir “como requisito para obtener asilo” en virtud de la legislación actual. A raíz de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, la ONU estableció en 1951 la Convención sobre Refugiados para ayudar a proteger a algunas de las personas más vulnerables del mundo.
Pero Braverman pide ahora una revisión radical del sistema a fin de alcanzar un “nivel óptimo de inmigración”, ya que, a su juicio, en los últimos 25 años, la afluencia de extranjeros a Europa y Reino Unido ha sido “demasiado” y “demasiado rápida”. “El statu quo, donde las personas pueden viajar a través de múltiples países seguros, e incluso residir en países seguros durante años, mientras eligen su destino preferido para solicitar asilo, es absurdo e insostenible”, recalcó ayer en Washington ante el "think tank" conservador American Enterprise Institute.
Braverman, hija de inmigrantes y representante del ala dura de las filas "tories", señaló que “la migración ilegal y descontrolada” plantea un “desafío existencial” para Occidente. Expresó su preocupación por la falta de integración y dijo que el multiculturalismo había “fracasado”, argumentando que “si el cambio cultural es demasiado rápido y demasiado grande, entonces lo que ya existía se diluye” y “con el tiempo desaparecerá”.
El discurso al otro lado del Atlántico era en clara clave electoral para los comicios previstos el próximo año en Reino Unido, donde la inmigración es uno de los asuntos que más preocupa al electorado. Aunque la intervención también estaba diseñada para posicionarse ante las próximas primarias que se plantean en la formación ante la esperada derrota que vaticinan todos los sondeos.
La titular de Interior señaló que se necesita cooperación internacional para abordar el problema, pero apuntó que “las naciones no pueden simplemente quedarse de brazos cruzados mientras se desarrolla un proceso de reforma” ante un modelo que calificó de “obsoleto”. Y en este sentido, defendió el polémico plan migratorio instaurado en el Reino Unido tras el Brexit con el que se quiere mandar a Ruanda a todos los solicitantes de asilo que hayan llegado por vías irregulares, con el foco sobre todo puesto en el Canal de la Mancha, una vía utilizada por más 45.700 personas en 2022, la cifra más alta desde que comenzaron los registros.
Pese a las críticas de la ONG, Braverman defiende que su plan disuadirá a las personas que llegan a Reino Unido a través de “métodos ilegales, peligrosos o innecesarios”. Pero hasta el momento no se ha enviado a Ruanda a ningún solicitante de asilo. El primer vuelo estaba previsto que saliera en junio de 2022, pero fue cancelado tras impugnaciones legales que han sido apeladas por Downing Street.
✕
Accede a tu cuenta para comentar