Sabotaje

Un ataque con drones destruye un gran avión espía ruso en un aeródromo militar en Bielorrusia

Los autores del sabotaje, partisanos bielorrusos, habrían logrado escapar y ya se encontrarían a salvo tras destruir la aeronave

Un avión ruso de reconocimiento Beriev A-50
Un avión ruso de reconocimiento Beriev A-50 Wikipedia

La oposición bielorrusa ha informado este lunes de un ataque con drones sobre un avión militar ruso A-50U AWACS que permanecía estacionado en una base aérea situada en el pequeño pueblo de Machulishchi, en la región de Minsk.

El Beriev A-50 es un avión AWACS de la era soviética desarrollado a partir del avión Ilyushin Il-76. Voló por primera vez en 1978 y entró en servicio en 1985. Apenas se construyeron unas 40 unidades, según Eurasian Times. Esta aeronave puede rastrear hasta 60 objetivos a la vez y se caracteriza por enorme radar rotatorio que lleva en la parte superior y desde el cual se pueden realizar tareas de vigilancia, mando, control y comunicaciones. Dicha antena está realizada con fibra de vidrio y tiene 10 metros de diámetro.

El líder de la opositora Asociación de Fuerzas de Seguridad de Bielorrusia (Bypol), Alexander Azarov, ha atribuido la responsabilidad del ataque a esta organización antigubernamental y ha celebrado el éxito de la operación una vez quienes participaron en ella "se encuentran ya a salvo y fuera del país".

"Los participantes de la operación son bielorrusos", ha contado Azarov en Telegram, plataforma utilizada también por la (Bypol) para detallar que el ataque se ejecutó sobre el avión de control modelo Beriev A-50 y que fue alcanzado por varias explosiones en sus partes frontal y central.

"El daño es grave, el avión no volará a ninguna parte", ha informado la (Bypol). "Los partisanos bielorrusos están comprometidos en la expulsión de los nazis de su tierra", ha enfatizado esta organización en relación a los rusos, una vez la colaboración entre Minsk y Moscú se ha intensificado tras la invasión de Ucrania.

Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, si bien no ha hecho mención directa de lo ocurrido, se ha reunido con varios altos mandos del Estado, entre ellos los ministros de Defensa e Interior, Viktor Jrenin y Ivan Kubrakov, respectivamente, a los que ha pedido intensificar la "disciplina".

"A la luz de los acontecimientos internos (...) una vez más quiero enfatizar y orientar, y exigir de ustedes la máxima disciplina severa en las unidades militares del Ministerio del Interior y la KGB. ¡La disciplina más severa! Todos deben ocuparse de sus asuntos", ha recalcado Lukashenko, según informa la agencia Belta.

"La disciplina y el cumplimiento de nuestros deberes. Sobre todo en la frontera", ha insistido el presidente bielorruso, quien ha pedido a todas las fuerzas del Estado estar alerta ante "la más mínima agresividad" en las regiones limítrofes "para tomar las medidas de respuesta apropiadas".

Rusia y Bielorrusia han estado participando de manera conjunta en varias maniobras militares durante los últimos. Si bien Minsk no se ha involucrado de manera directa en el conflicto ucraniano, permite que la parte rusa utilice su territorio como base de operaciones.