
Portugal
Un hombre se pasa 10 horas de hospital en hospital en Portugal buscando el antídoto a la mordedura de una serpiente
Uno no tenía dosis disponibles y otro tenía antídotos, pero no los más recomendados para el veneno

Un hombre identificado como Fabien fue mordido en un dedo por una víbora cornuda en Marvão, cerca de la frontera con Cáceres, y no pudo recibir el antídoto hasta diez horas después, cuando la recomendación del Centro de Información Antivenenos (CIAV) fijaun margen de solo seis horas. El primer centro al que acudió, el Hospital de Portalegre, no disponía de antiveneno y el Hospital São José, en Lisboa, contaba con dosis, pero no con la más indicada para esa especie. Fabien finalmente logró medicarse en el Hospital de Santa Maria. El paciente evoluciona favorablemente tras un intenso tratamiento y prevé una cirugía menor para retirar el tejido necrosado.
El suceso ocurrió un martes a finales de agosto, sobre las 10:30 horas, momento en que Fabien llamó al 112 y fue derivado al hospital de Portalegre. Allí recibió analgésicos y quedó en observación, mientras el equipo contactaba con otros hospitales de la región. Allí supo que Portalegre no tenía antídoto en ese momento y se activó el intercambio de viales entre centros, una práctica operativa habitual.
El mayor cuello de botella, según el afectado, fue la espera de “más de dos horas” para que llegara una ambulancia que lo trasladara a Lisboa. Llegó a São José sobre las 18:00 horas y fue evaluado de inmediato, con identificación de la especie como víbora cornuda. Ese centro no contaba con el antiveneno más adecuado y solicitó apoyo a un tercer centro, en Santa Maria. Finalmente, la administración de la dosis de antídoto se produjo cerca de las 20:00 horas.
El paciente describió sufrir un dolor “insoportable” durante tres días y temió por la necrosis del dedo, con temor inicial a una amputación que los médicos felizmente descartaron. Ingresó en São José, inició terapia de oxígeno hiperbárico al día siguiente, y recibió tres dosis de antídoto, tres de plasma y varios antibióticos. La recuperación progresa bien y el equipo valora una pequeña cirugía para retirar tejido muerto y reconstruir el dedo.
La historia, que algunos medios han calificado de tragicomedia, revela las estrecheces y problemas del sistema sanitario público portugués. En este caso, un hombre podrá conservar su dedo, pero tuvo que viajar entre varios centros médicos durante diez horas para conseguir un antídoto que debía habérsele podido administrar desde el primer momento, como establecen las recomendaciones médicas de no esperar… hasta que sea demasiado tarde.
✕
Accede a tu cuenta para comentar