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Hong Kong se paraliza por la huelga general

Además de la nueva jornada de caos en Hong Kong, en la que la Policía disparó gas lacrimógeno contra los manifestantes, se han cancelado cientos de vuelos

Manifestantes se enfrentan con la Policía en Hong Kong / Foto: Ap
Manifestantes se enfrentan con la Policía en Hong Kong / Foto: Aplarazon

La huelga general convocada por los manifestantes de Hong Kong en su pulso contra del yugo chino y el gobierno de Hong Kong ha detenido el transporte público de la ciudad en un parón sin precedentes en la historia de la ex colonia británica.

La huelga general convocada por los manifestantes de Hong Kong en su pulso contra del yugo chino y el gobierno de Hong Kong ha detenido el transporte público de la cuidad en un parón sin precedentes en la historia de la ex colonia británica. Además de la nueva jornada de caos en Hong Kong, en la que la Policía disparó gas lacrimógeno contra los manifestantes, se han cancelado cientos de vuelos.

Por primera vez en dos semanas, la líder respaldada por Pekín, Carrie Lam, se dirigió a los medios de comunicación. Lam advirtió de que empujar a la ciudad hacia el abismo “es una situación extremadamente peligrosa” y representa un reto para la soberanía China.

Lam continúa desafiante y rechaza los llamamientos de los manifestantes a que dimita. En su opinión, el Gobierno está determinado a mantener el orden y la ley. La jefa del Ejecutivo hongkonés también avisó que los manifestantes estaban poniendo a la ex colonia británica en un punto de no retorno y que estaban dañando la economía hongkonesa.

“Claman que quieren una revolución y recuperar Hong Kong. Estas acciones se han excedido con creces de sus demandas políticas originales”, señaló Lam, con gesto severo y flanqueada por importantes miembros de su Administración.

“Estos actos ilegales que desafían la soberanía de nuestro país y ponen en peligro “un país, dos sistemas”, destruirán la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong”, indicó, en referencia al sistema administrativo del territorio desde 1997, cuando fue devuelto a China.

Lam insistió en que las protestas están empujando “a la ciudad que amanos y que muchos de nosotros hemos ayudado a construir, al borde de una situación muy peligrosa”.

De hecho, las manifestaciones se han convertido en el mayor reto político para el Gobierno hongkonés desde que retornará al mandato chino y representa el desafío popular más mayoritario desde que el presidente chino, Xi Jingping, llegara al poder en 2012.

Algunos de los manifestantes acusaron a Lam de volver a incendiar la crisis, al ignorar los sentimientos de la opinión púbica, por lo que continuarán con su movimiento. “Fue una pérdida de tiempo total” escucharla hablar, dijo a Reuters Jay Leung, un estudiante universitario de 20 años. “No creo que el GObierno esté haciendo nada para sanar a la sociedad”, añadió. “No han dado ninguna solución para resolver el problema político que ocasionaron ellos mismos”, explicó el joven.

Por su parte, Russell, de 38 años, indicó que “nada, no dijo nada. No escuché nada positivo, solo lo ha empeorado”.

Caos

Horas después de sus comentarios, los manifestantes cargaron con sus icónicos paraguas y otros artículos contra la Policía en el distrito residencial de Wong Tai Sin. Los agentes respondieron con gas pimienta. La Policía también lanzó gas lacrimógeno en el barrio de Tin Shui Wai.

No solo el transporte público se paralizó. Además de los largos atascos por toda la ciudad y el corazón financieron, también hubo gente que se quedó tirada en el aeropuerto, pues se cancelaron más 200 vuelos. El servicio de trenes del aeropuerto también se suspendió.

Mark Schmidt, de 49 años también se unió a la huelga general. “Perder un poco de dinero no supone tanto problema comparado con perder todos las libertades que solía tener Hong Kong”, aseveró Schmidt, dueño de un restaurante, que mantuvo cerrado este lunes.

Los trabajadores de lugares turísticos como Disneyland también se unieron a la huelga, así como muchos socorristas, obligando a las autoridades a cerrar playas y piscinas.

Desde que comenzaron las protestas, hace ya nueve semanas, las autoridades reconocen haber detenido a 420 personas y la Policía ha lanzado 1.000 rondas de gas lacrimógeno y unas 160 balas de goma.