Opulencia

Mil millones y 17 hectáreas, así es la lujosa reforma de la embajada de EE UU que ha indignado a Líbano

La construcción del vasto complejo diplomático en Beirut ha generado crispación en un país que atraviesa una de las mayores crisis económicas de la historia

Beirut (Lebanon), 09/05/2023.- Lebanese Bank customers carry the national flag during a protest against the monetary policies organized by Depositors' Outcry, a group campaigning for the rights of depositors, outside of the cracker Prime minister Najib Mikati's residence in Beirut, Lebanon, 09 May 2023. Bank customers demand they be allowed to withdraw their savings, which have been blocked as a result of the ongoing economic crisis in the country, as the Lebanese pound has lost about 95 percent of its value against the US dollar. (Protestas, Líbano) EFE/EPA/WAEL HAMZEH
Protest against monetary policies in BeirutWAEL HAMZEHAgencia EFE

El enorme complejo de la nueva Embajada de Estados Unidos en Beirut ha levantado una ola de indignación por su desmesurado tamaño y opulencia en un país donde cerca del 80% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Según el Banco Mundial, Líbano atraviesa una de las mayores crisis económicas desde mediados del siglo XIX y la situación no tiene visos de mejora en mitad de un nuevo bloqueo institucional.

La Embajada, situada a unos 13 kilómetros del centro de la capital, ha adquirido unas proporciones desorbitadas y se ha convertido prácticamente una ciudad aparte. La construcción se levanta en el suburbio de Awkar y ocupa un espacio de 17 hectáreas, el equivalente a más de una veintena de campos de fútbol, lo que ha llevado a decenas de libaneses a cuestionar los motivos por los cuales Estados Unidos necesita un complejo tan grande en un país de apenas 6 millones de habitantes.

Las imágenes generadas por ordenador que publicadas por la Embajada muestran un complejo moderno, que alberga edificios de varias plantas con altas cristaleras, áreas de recreo y una piscina rodeada de zonas verdes y vistas de Beirut, una ciudad marcada todavía por la devastadora explosión del puerto en 2020, que causó más de 200 muertos y 6.500 heridos. La instalación cuenta, además, con una cancillería, viviendas de representación y para el personal, instalaciones para la comunidad e instalaciones de apoyo asociadas, detalla la constructora.

La Oficina de Operaciones de Edificios en el Extranjero (OBO, por sus siglas en inglés) se encarga de monitorizar el desarrollo de la construcción, iniciado en 2015. A diferencia de este organismo, que no ha cuestionado las obras, decenas de libaneses se cuestionan los motivos por los que Estados Unidos, cuyas relaciones con Líbano han sido delicadas por la presencia de la milicia chií de Hizbulá, el actor político e institucional dominante de Líbano, construye esta nueva sede.

Desde el estallido de la pandemia de COVID-19 hasta la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020, Líbano se ha sumido en una espiral de crisis que han dejado su economía en ruinas. Más de la mitad del país apenas puede permitirse productos básicos, como alimentos, medicinas y electricidad. En este contexto, Washington ha destinado unos 1.000 millones de dólares para la construcción de la Embajada.

La oleada de indignación coincide con el 40 aniversario del atentado contra la Embajada estadounidense en Beirut, en el que murieron 63 personas, entre ellas 52 libaneses y varios miembros de la legación diplomática. En octubre de ese mismo año, en 1983, una bomba alcanzó los cuarteles de la capital en los que se alojaban las fuerzas de paz estadounidenses y francesas, acabando con la vida de otras 299 personas.