Guerra en Irak

Irak se encamina hacia un gobierno de unidad, liderado por A Sadr

En una nueva etapa de relativa calma tras la derrota del Estado Islámico, el «líder de los pobres» se enfrenta a grandes retos en Irak.

Seguidores de Muqtada al-Sadr celebran su victoria. Foto: Ap
Seguidores de Muqtada al-Sadr celebran su victoria. Foto: Aplarazon

En estos días de negociaciones para formar el próximo ejecutivo que dirigirá el país los próximos cuatro años todas las miradas se centran en el clérigo Muqtada al Sadr, cuya coalición fue la más votada en las elecciones del 12 de Mayo.

En estos días de negociaciones para formar el próximo ejecutivo que dirigirá el país los próximos cuatro años todas las miradas se centran en el clérigo Muqtada al Sadr, cuya coalición fue la más votada en las elecciones del 12 de Mayo. Con promesas de un gobierno inclusivo y en una nueva etapa de relativa calma tras la derrota del Estado Islámico, el líder de “los pobres” se enfrenta a grandes retos en Irak.

El primer ministro saliente, Haider Al Abadi declaró en su rueda de prensa semanal que tras su reunión con Al Sadr acordaron el establecimiento de un gobierno que “se formará de los candidatos tecnócratas lejos de exclusivismo y sectarismo entre los que hallarán lugar todos los partidos políticos”.

Al Abadi dijo que sus puertas están abiertas a negociar con todos los grupos políticos que ganaron las elecciones y criticó la política del gobierno del ex primer ministro Nuri al-Maliki que excluyó a suníes y otra minorías.

“No podemos hacer política alejando algunos grupos. Esto es un método bastante erróneo. Debido a esta consideración la organización terrorista Estado Islámico entró a nuestro país e incautó una tercera parte”, advirtió Al Abadi.

La postura conciliadora de Al Sadr, ya que no se casa ni con Irán ni con Occidente, podría servirle para traer prosperidad política y acabar con la corrupción de la clase gobernante. No obstante, no hay que olvidar tampoco que Al Sadr se levantó en armas contra la ocupación estadounidense en 2003 por lo que será complicado para Washington tener como socio a un gobierno dirigido por Al Sadr. Sin embargo, la administración Trump consciente de la aversión de Al Sadr contra ellos, tratará de encontrar la forma de suavizar la postura antiestadounidense del clérigo chií.

Por otro lado, aunque al Sadr dice no estar en orbita con Irán, su asesor político, Zia al-Asadi, aseguró ayer en una entrevista al canal libanés proiraní, Al Mayadeen, que “Irán es el vecino de Irak y los dos países comparten intereses económicos, sociales, culturales e históricos comunes, por lo que al Sadr “no aceptará los dictados de otros sobre la política exterior de Irak”, en referencia a EEUU.

A pesar de la victoria arrolladora de la alianza Sareoon _movimiento al Sadr, el partido Comunista y otras formaciones seculares- que obtuvo 54 escaños, este bloque no podrá formar un gobierno sin hacer coalición con otras partidos, que podrían presionarle y obligarle a cambiar algunas reglas. Sin duda el futuro gobierno iraquí será, como hasta ahora, mayoritariamente chií. Dependiendo de con quien haga alianza la balanza de poder se inclinará hacia Irán o hacia el eje Occidente-Arabia Saudí. Hay tres grupos chiies rivales que competirán para llevarse el gato al agua. Por un lado está la alianza “Nasr Al Irak” (la Victoria de Irak) de Al Abadi que parece encabezar la lista de invitados para formar coalición. El gran rival no será tanto el grupo “Estado de Derecho” del ex premier Al Maliki sino el líder del la organización Al Badr, Hadi Al Ameri, que se alió con las milicias de Movilización Popular, respaldadas por Irán. Hace apenas unos días, Al Ameri antes se había reunido en Bagdad con Qasem Soleimani , comandante de la Fuerza Quds de Irán, en un intento por formar un bloque parlamentario proiraní.

Al respecto, Sadr le advirtió de que “el proceso de formación del gobierno debe ser una decisión nacional y, lo que es más importante, debe incluir la participación de todos los bloques elegidos por los votantes”.

En un tuit reciente el prominente clérigo chií escribió: “Soy Muqtada. Soy chií, suní, cristiano, yazidi, islamista, civil, árabe, kurdo, asirio, turcomano, caldeo y shabak. Yo soy iraquí. No esperes que me ponga al lado de cualquier secta en contra del otro para renovar las enemistades. Nos dirigimos hacia una alianza iraquí integral”.