
Pacífico
La isla sin ley ni tierra que es tres veces más grande que España y sigue creciendo
Tiene una extensión de entre 710.000 y 1.6 millones de kilómetros cuadrados

La superficie terrestre del planeta alcanza los 510,1 millones de kilómetros cuadrados, incluyendo océanos, continentes y una gran cantidad de islas de tamaño y naturaleza muy diversa. De acuerdo con datos de Statista, Suecia lidera el ranking de países con más islas en el mundo, con un total de 267.570, la mayoría deshabitadas. Le siguen Noruega, con 239.057 islas, y Finlandia, con 178.947. Sin embargo, más allá de estas formaciones geográficas tradicionales, existe una "isla" que escapa por completo a las definiciones convencionales.
Una isla sin leyes ni tierra
Ubicada en pleno océano Pacífico Norte, la llamada Gran Mancha de Basura del Pacífico (Great Pacific Garbage Patch, en inglés) ha sido catalogada en ocasiones como una isla, pese a que carece de tierra firme. Esta gigantesca acumulación de residuos marinos está formada principalmente por plásticos flotantes, redes de pesca abandonadas y otros desechos no biodegradables. Aunque no es una isla en el sentido estricto -no se puede caminar sobre ella ni tiene un territorio consolidado, su densidad de basura flotante y su tamaño han captado la atención mundial.
Este enorme cúmulo de residuos fue identificado en 1997 por el oceanógrafo estadounidense Charles Moore mientras navegaba entre Hawái y California. Desde entonces, su extensión no ha dejado de crecer. Según un estudio publicado en la revista científica Nature, la mancha abarca entre 710.000 y 1,6 millones de kilómetros cuadrados, dependiendo de los criterios de medición. En su estimación más alta, esto representa más del triple del territorio de España, que cubre cerca de 506.000 kilómetros cuadrados.

80.000 toneladas de plástico
Se estima que la Gran Mancha de Basura del Pacífico contiene unas 80.000 toneladas de plástico, compuestas por más de 1,8 billones de fragmentos, muchos de los cuales son microplásticos invisibles a simple vista. Lejos de formar una superficie sólida, la mancha tiene una consistencia gelatinosa en algunas zonas y se mantiene flotando debido a las corrientes marinas, que actúan como una trampa para los desechos.
Aunque no pertenece a ningún país, ni cuenta con leyes ni soberanía, esta "isla" artificial se ha convertido en un símbolo alarmante de la contaminación oceánica y del impacto del consumo humano sobre el medioambiente. Diversas organizaciones internacionales, como The Ocean Cleanup, han lanzado iniciativas para intentar limpiar la zona, pero el reto logístico y ambiental sigue siendo considerable.
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