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José María Liu: "El principio de ''un país, dos sistemas'' es una mentira"

Embajador de Taiwán en España

Foto: Cipriano Pastrano
Foto: Cipriano Pastranolarazon

El embajador de Taiwán, José María Liu, ha alertado en una entrevista con LA RAZÓN del avance del poder de la República Popular de China sobre Hong Kong, y ha lamentado el aislamiento al que está sometida la isla de Taiwán debido a las presiones que recibe del Gobierno de China continental.

La Asamblea General de Naciones Unidas se reunirá el próximo 17 y 18 de septiembre, y Taiwán no tendrá asiento, ¿por qué?

Las presiones de China continental nunca paran, de hecho en los últimos años han aumentado. La Asamblea General de la ONU, debido a la influencia de Pekín, malinterpreta y hace un mal uso de la Resolución 2758 (XXVI) de 1971. Pero esta resolución no establece que Taiwán sea parte de la República Popular de China. Taiwán no es, ni ha sido nunca parte de la RPC, solo el Gobierno de Taiwán puede representar a sus 23 millones de habitantes. Nos hemos visto sistemáticamente apartados de organismos tan importantes como la Organización de Aviación Internacional (OACI), que regula el tráfico aéreo internacional. Solo el año pasado, nuestro país proporcionó servicios a más de 1,75 millones de vuelos y a casi 70 millones de pasajeros, lo que nos convierte en un puerto clave en el tráfico aéreo en Asia. Por este motivo, creemos que no es ni conveniente ni responsable para la seguridad y la eficacia del transporte que seamos apartados.

A medida que crece la influencia de China en la comunidad internacional, más puede marginar a Taiwán, ¿eso les preocupa?

Bueno, Pekín siempre ha hecho todo lo posible para oprimir a Taiwán, sobre todo en las relaciones internacionales, tratando de alejarnos de otros países, principalmente de EE UU. Pero creo que, a pesar de las presiones de China Continental, los países occidentales no van a alejarse de Taiwán, porque es un país democrático al 100% y gozamos de los mismos valores: libertad, democracia, y derechos humanos.

¿Y qué puede hacer Taiwán para defenderse?

Tenemos al lado un vecino muy grande, por eso estamos haciendo todo lo posible para crecer. Y por eso nos esforzamos para que nuestro crecimiento económico continúe: durante doce trimestres consecutivos, nuestra economía ha registrado un crecimiento positivo, lo que nos da fortaleza ante las presiones procedentes de Pekín y nos hace sentir optimismo de cara al futuro.

¿Cómo afecta a Taiwán la guerra comercial entre EE UU y China?

Nos ha afectado, pero ha traído de vuelta a casa a grandes empresas taiwanesas que estaban operando en China continental. Han sido lo suficientemente ágiles como para regresar inmediatamente a Taiwán, algo muy beneficioso para la riqueza de nuestra isla, y que compensa en gran medida las posibles pérdidas ocasionadas por la guerra comercial.

¿Cuál es la postura de Taiwán respecto a la situación en Hong Kong?

Nos afecta sobremanera lo que está ocurriendo en Hong Kong. Es muy triste y muy duro. Como miembro de la comunidad democrática, Taiwán apoya la aspiración de los ciudadanos hongkoneses a la libertad y a la democracia, algo que solo van a conseguir a través de las manifestaciones, pero queremos que se hagan de forma pacífica, y que ninguna persona salga herida. Creemos que China continental no debe limitarse a echar la culpa de las manifestaciones a fuerzas externas inexistentes, o a reprimir reivindicaciones pacíficas. Creemos que las autoridades deben tratar de solventar esta disputa de una manera más sensata, de forma que la sociedad hongkonesa recupere la estabilidad lo más pronto posible. Pero no tenemos ninguna intención de interferir en los asuntos del continente.

La retirada de la propuesta de ley de extradición, ¿es una victoria para los manifestantes, o es solo una estrategia para posponer el avance de Pekín?

Es una estrategia de Pekín para calmar a la población, pero no lo van a conseguir, las manifestaciones van a seguir. Los manifestantes presentaron cinco exigencias, y solo han concedido una. Con la retirada de la propuesta de ley no van a poder aplacar al pueblo hongkonés.

Entonces, ¿se ha hecho con la aquiescencia de Pekín?

Para Pekín la autoridad de Hong Kong es como la de una provincia, la de un territorio más. Carrie Lam, jefa del Gobierno hongkonés, solo está ejecutando órdenes. Si no existe por detrás la influencia de Pekín, ¿cómo sería posible?

¿Debemos preocuparnos porque pueda repetirse la experiencia de Tiananmen?

A mi juicio, si no aprendieron de la experiencia de Tiananmen y lo hicieran otra vez, serían muy tontos. No creo que se vuelva a repetir.

¿Está roto el principio “un país, dos sistemas”? ¿Teme que China imponga su sistema en Taiwán?

Cuando Hong Kong fue devuelta a la China continental en el año 1997, Pekín anunció que aplicaría la fórmula de «un país, dos sistemas» para los siguientes 50 años. Y ahora, 22 años después, podemos ver cuál es la situación real de Hong Kong, con protestas y manifestaciones de más dos millones de personas (Hong Kong solo tiene siete millones de habitantes), que salen a la calle porque tienen miedo de perder su libertad. El principio de «un país, dos sistemas» es un absoluto fracaso, una mentira. Taiwán nunca lo aceptaría.