América Latina

Jóvenes entre el grito y el gatillo: México ante su nueva crisis generacional

Miles de jóvenes salieron a las calles mientras los cárteles intensifican su reclutamiento en redes sociales

MEX8676. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 15/11/2025.- Manifestantes trepan por una valla durante una protesta este sábado, en inmediaciones del Palacio Nacional en Ciudad de México (México). Cientos de personas, muchos de ellos jóvenes de la llamada Generación Z, marcharon portando banderas de One Piece y coreando “¡Fuera Claudia!” en descontento hacia el gobierno de Sheinbaum y para denunciar la impunidad ante la creciente violencia en el país. EFE/ José Méndez
Marcha de la ‘Generación Z’ se alza en contra de Sheinbaum y la violencia en MéxicoJosé MéndezAgencia EFE

La crisis de seguridad en México ha puesto el foco en los jóvenes, en concreto en la Generación Z, los chicos y chicas que hoy tienen entre 12 y 28 años. El pasado sábado, la Generación Z convocó a los mexicanos a echarse a las calles a lo largo y ancho de la República contra la corrupción, la inseguridad y la falta de oportunidades. En el otro lado de la moneda, los cárteles siguen poniendo el ojo en este grupo de edad para sumarlo a sus filas. El asesino material del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el pasado 1 de noviembre, fue un joven de solo 17 años, adicto a las drogas y con vínculos con el narco. Este homicidio reveló una tendencia: la participación de jóvenes menores de edad en crímenes de alto perfil. Los jóvenes mexicanos están entre el grito y el gatillo.

El número de menores expuestos a ser reclutados por el narco está cifrado en 250.000, según organizaciones de defensa de la infancia como la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y Reinserta.

REDIM ha vuelto a pedir -no es la primera vez y quizá tampoco la última- que los legisladores incluyan la tipificación del reclutamiento forzado como delito autónomo para reconocer «la magnitud del problema».

La detención de un capo del Cártel Jalisco Nueva Generación el pasado mes de marzo, días después de descubrirse el rancho de los horrores de Teuchitlán en Jalisco, reveló algunas de las prácticas de los cárteles para reclutar a jóvenes. Las redes sociales se han convertido en su patio de recreo: ahí ofrecen oportunidades laborales falsas con pagos de 4.000 a 12.000 pesos mexicanos semanales (entre 200 y 600 euros por semana, muy por encima del salario medio en México).

Las protestas del sábado reclamaban al Gobierno un cambio. Al grito de «¡Fuera Morena!», «¡Fuera Claudia!», «¡No somos bots, no somos Inteligencia Artificial!», miles de jóvenes —y sus familias, padres y abuelos también—, junto con los partidarios del «Movimiento del Sombrero», indignados por el crimen del alcalde de Uruapan, exigieron de forma pacífica un cambio de rumbo al Gobierno. Solo en la Ciudad de México, los momentos finales de la protesta se tornaron violentos: unos 120 heridos, en su mayoría policías que defendían el Palacio Nacional, y 20 detenidos.

Los convocantes han vuelto a invitar a salir a la calle el próximo jueves 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descalificó las protestas al atribuirlas a grupos de extrema derecha y cuestionó la motivación detrás de las manifestaciones. La presidenta llegó a sugerir que algunas de las imágenes violentas difundidas por los medios podrían haberse realizado con Inteligencia Artificial. «No hay que caer en la provocación y la violencia. Todos aquellos que la están promoviendo hacen muy mal al país y se hacen mal a sí mismos», advirtió Sheinbaum el lunes en un nuevo intento de desacreditar el movimiento de hartazgo que surgió tras el asesinato del edil de Uruapan.

Sheinbaum insiste en su fórmula para prevenir la violencia. Tras el fin de semana caliente, la presidenta y su equipo presentaron en «La Mañanera del Pueblo», su encuentro diario con la prensa, una batería de medidas y avances en el sector educativo. Mantiene que el mejor antídoto para disuadir a los jóvenes de unirse a la delincuencia organizada son las oportunidades de futuro que brinda la educación.

Mejorar la educación forma parte de la estrategia de «atención a las causas», una iniciativa que ya había puesto en marcha el expresidente Andrés Manuel López Obrador como parte de su política de «abrazos y no balazos». Contando los seis años de López Obrador y los dos primeros de Sheinbaum, son ya ocho años de ayudas económicas y becas, como el programa «Jóvenes Construyendo el Futuro», dirigido a jóvenes «ninis» de entre 18 y 29 años. El Gobierno les garantiza un sueldo mensual de unos 8.480 pesos mexicanos (unos 400 euros), muy lejos de los incentivos con los que el narco intenta seducirlos. También existen becas para estudiantes de secundaria y preparatoria.

Sin embargo, el Ejecutivo de Sheinbaum también tiene a los maestros en contra. Desde hace meses los docentes se han movilizado para pedir reformas en el sistema educativo y mejoras salariales. Un momento crucial para definir el rumbo del país.