Venezuela

La candidatura presidencial de Henry Falcón, ¿un infiltrado chavista?

¿Por qué se inscribe Henry Falcón en las elecciones Presidenciales venezolanas convocadas para la segunda quincena de mayo de este mismo año? ¿Es un error o un acierto?

El candidato presidencial venezolano Henry Falcón
El candidato presidencial venezolano Henry Falcónlarazon

Mucho se ha dicho sobre la participación de la oposición en las dudosas elecciones presidenciales de la segunda quincena del mes de mayo.

Pero temprana decisión del exgobernador del Estado Lara, Henry Falcón resulta particularmente interesante para analizar. El costo de su participación le será muy alto (quizás demasiado) especialmente entre los votantes opositores. Ello quiere decir que probablemente deba, de ahora en más, construir tienda aparte fuera de la MUD y lejos por supuesto, de los opositores radicales antiMUD, imposibilitando la penetración su liderazgo entre estos electores.

La etiqueta de colaboracionista seguirá siendo muy probablemente la preferida por los radicales, quienes lo asocian al “títere” que el chavismo presentó como candidato opositor el año 2000, Francisco Arias Cárdenas.¿Por qué un político con futuro y sin posibilidades de victoria asume semejante desafío? ¿Se tratará de una jugada fríamente calculada o es simplemente un caso más de candidaturismo narcisista?, ¿será quizás, como muchos apuntan, un infiltrado chavista en la MUD? o ¿sencillamente terca necedad?

Existen muchas teorías. A continuación desarrollamos las 6 hipótesis que consideramos más factibles sobre la candidatura de Henri Falcón a las elecciones presidenciales del 22 de abril de 2018 en Venezuela.

1. En primer lugar, la candidatura de Henry Falcón podría representar un genuino e “inocente” intento de competencia que aspira aprovechar el descontento popular y la crisis nacional para derrocar al gobierno. Esto, por supuesto en un acto de supremo y desmemorizado narcisismo que olvida la derrota que en su propio estado, terreno que se suponía tenía bajo total control hace apenas unos meses, le propinara el gobierno. ¿Cómo podría competir si las condiciones electorales y políticas desde septiembre 2017, cuando perdió la gobernación, lejos de mejorar han empeorado?

No obstante, podría decirse también que el escenario “participar en buena lid” y no participar es exactamente el mismo para la oposición. El día después de las presidenciales de mayo 2018 todo es igual, ya sea si él participa y pierde, o si ningún candidato opositor participa. Para el único que tendrá consecuencias será para él mismo.

Nacional e internacionalmente está posicionada la matriz de opinión según la cual la oposición no participará. Su candidatura no afecta la (i)legitimidad de las elecciones, pues no es percibido como un auténtico candidato opositor. ¿Podría tratarse entonces de un humilde sacrificio personal? En resumen el escenario puede definirse con la siguiente frase: La peor batalla es la que no se da.

2. La segunda hipótesis propone que se trata de una apuesta a futuro que mantiene una pequeña puerta abierta. La ausencia absoluta de la oposición en las elecciones presidenciales tendría como principal consecuencia la ilegalización de todos los partidos opositores, por lo que no habría oportunidad de participar en futuros eventos electorales durante el chavismo, si ese fuese el deseo. La candidatura de Henry Falcón permite mantener una plataforma, a modo de salida de emergencia para eleciones posteriores, como podrían ser unas elecciones parlamentarias. En este escenario, la candidatura de Falcón nuevamente se resume en un sacrificio personal del que en un futuro cercano podría sacar beneficio él y toda la oposición. No hay que abandonar ningún tablero, sería la frase resumen de esta hipótesis.

3. En un tercer escenario Falcón aprovecha la breve campaña para posicionar un mensaje orientado a movilizar el malestar nacional, pero poco antes del día de la elección decide retirar su candidatura denunciando las condiciones del proceso. Ello asestaría un durísimo golpe, le pondría más presión y deslegitimaría aún más al gobierno y sus pseudoelecciones. También le serviría a Henry Falcón como una campaña para posicionarse mejor dentro de la misma oposición y sus seguidores.

En este sentido, durante la firma del “acuerdo de respeto de los resultados electorales” Falcón amenazó con la posibilidad de retirarse de la contienda si no se cumplen los requisitos mínimos de competitividad.

No obstante, esta apuesta podría generarle un costo muy alto frente al gobierno. Quizás conllevaría a su inhabilitación política o incluso a una persecución abierta a través del sistema de judicial chavista.

La frase resumen del escenario nos la da el mismo Falcón: una candidatura en “permanente evaluación”, en la que la decisión final no está tomada aún.

4. En cuarto lugar, la propuesta de Henry Falcón podría apuntar a la construcción de un tercer polo, erigido entre oposición y gobierno, con sus respectivos decepcionados y críticos. Sería un nuevo intento como el desarrollado por el PPT en las parlamentarias de 2010.

En este escenario cobra mayor sentido el apoyo del MAS a su candidatura, pues ellos han tratado de ubicarse y crecer en ese punto medio desde su ruptura con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Para que ello tenga sentido debiésemos ver a un candidato que habla a tres audiencias distintas simultáneamente: chavistas descontentos, opositores descontentos e independientes.

Tres palabras resumen la idea de este escenario: intento de despolarización.

5. Una quinta hipótesis que podría manejarse es que la candidatura de Henry Falcón representa la posición de una facción de la élite chavista descontenta que pretende darle un mensaje al gobierno. El gobierno hablando consigo mismo. La pregunta clave aquí sería ¿cuáles facciones? Podría pensarse en los militares dando un aviso a Maduro, pues al pasado chavista de Falcón le antecede su pasado militar. También podría pensarse en el perfil de su partido (Avanzada Progresista) y tratar de ubicar perfiles similares y excompañeros dentro del gobierno y el PSUV. El escenario se resumen en dos palabras: división interna.

6. Una última hipótesis, quizás la que domina la opinión pública, cuenta a Falcón como un agente del propio Maduro, cuya candidatura representa un intento de construcción de una fachada democrática, al imitar un proceso electoral competitivo. Según esta hipótesis la candidatura de Falcón sería el aval “opositor” cuya participación demuestra la existencia de condiciones democráticas. “Inscríbete cobarde” fue la amable invitación que Maduro dirigió a Falcón para demostrar que no es su aliado, al tiempo que lo retó a “realizar un debate presidencial público”, en un intento desesperado por subirle unos puntos a la candidatura que le podría generar un mínimo de legitimidad nacional e internacional.

En resumen la candidatura podría ser un simple “Caballo de Troya”.

Cuál de estos escenarios se corresponde con el liderazgo de Henry Falcón es una incógnita que solo el breve tiempo de campaña electoral nos podrá despejar. Lo que si parece un hecho es que después de que realice su jugada, su futuro político quedará zanjado.

@hectorbriceno