Siria

«La gente se está comiendo las hojas de los árboles en la ciudad siria de Madaya»

La ciudad siria de Madaya lleva más de seis meses asediada por la hambruna y la falta de suministros. El régimen de Bachar al Asad autoriza la ayuda humanitaria, que llegará "en los próximos días", según la ONU.

Imagen de un joven de la sitiada ciudad siria de Madaya
Imagen de un joven de la sitiada ciudad siria de Madayalarazon

La ciudad siria de Madaya lleva más de seis meses asediada por la hambruna y la falta de suministros. El régimen de Bachar al Asad autoriza la ayuda humanitaria, que llegará "en los próximos días", según la ONU.

La gente se está comiendo las hojas de los árboles en la ciudad siria de Madaya, afirmó ayer a la agencia Efe el activista sirio Nasir Ibrahim desde el interior de esta localidad, asediada por las tropas del régimen de Bachar al Asad. En una conversación por internet, Ibrahim señaló que los más afortunados compran arroz con el dinero que les mandan sus familiares desde el exterior en los puestos de control gubernamentales que hay en las afueras de Madaya, cercada desde julio y situada a las afueras de Damasco. Según este activista, el kilogramo de arroz puede alcanzar los 200 dólares en esos puntos y la leche en polvo es casi un bien de lujo por el que se pagan unos 400 dólares.

Dentro de la población, los civiles aguantan lo mejor que pueden las bajas temperaturas invernales, ya que no hay combustible para alimentar las estufas y los vecinos tratan de calentarse quemando las maderas que encuentran. Por fortuna, "agua sí que hay porque la ciudad está cubierta de nieve", dijo el activista. Las medicinas también escasean en Madaya, donde tan solo queda un hospital de campaña "con muy poco instrumental y recursos", apuntó la fuente. Ibrahim aseguró que unas 39 personas han fallecido en la localidad desde el inicio del asedio, "veinte de hambre y las otras intentando salir del cerco".

Ayer, el Gobierno sirio acordó permitir la ayuda humanitaria en tres pueblos asediados tras las denuncias por las muertes por malnutrición, según confirmó la ONU. Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que 23 pacientes han muerto de hambre en uno de los centros sanitarios que recibe apoyo de esta organización en Madaya desde el 1 de diciembre, entre ellos seis bebés menores de un año y cinco adultos mayores de 60. «Después de la última y única entrega de alimentos en octubre, el asedio a la localidad se recrudeció», aseveró ayer el director de operaciones de MSF, Brice de le Vingne. «Madaya es efectivamente una prisión al aire libre para los 20.000 bebés, niños y mayores que viven en la ciudad. No hay entradas, ni salidas, la gente es abandonada para morir», explicó De le Vingne.

Yacoub El Hillo, coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU en Siria, indicó a través de un comunicado recogido por la agencia AP que la asistencia comenzará a entrar en las tres localidades en los próximos días. Dos de los pueblos en cuestión son Fua y Kfarya, adyacentes, de mayoría chií al norte del país, que han estado sitiados por militantes rebeldes durante más de un año. La tercera ciudad, la mencionada Madaya, está en la frontera con Líbano, y ha estado asediada por las fuerzas del régimen de Asad desde verano. «La ONU da la bienvenida al acuerdo del Gobierno para que se pueda tener acceso humanitario a Madaya, Fua y Kfarya y se prepara para entregar asistencia en los próximos días», señaló El Hillo.

En la actualidad hay alrededor de 30.000 personas viviendo en los pueblos chiíes y Madaya tiene una población aún mayor. «Las casi 42.000 personas que siguen residiendo en Madaya están en riesgo de inanición y hambruna», advirtió El Hillo. Según cifras de Naciones Unidas, más de 4,5 millones de sirios viven en áreas remotas, incluyendo las 400.000 personas que habitan las 15 poblaciones asediadas que no tienen acceso a la ayuda esencial que necesitan con urgencia.