Incendios

La mano del hombre detrás del incendio del Amazonas

El número de incendios forestales en Brasil ha crecido un 70% desde enero de 2019

Vista aérea de una zona en llamas, este viernes, en la selva amazónica de Porto Velho, Brasil
Vista aérea de una zona en llamas, este viernes, en la selva amazónica de Porto Velho, Brasillarazon

Más de una semana y el Amazonas sigue consumiéndose por las llamas, sin que todavía haya culpables.

Más de una semana y el Amazonas sigue consumiéndose por las llamas, sin que todavía haya culpables. De acuerdo con relatos recogidos por las organizaciones medioambientales e indígenas como los Kaapor, los Awas y los Guajajira con los que LA RAZÓN estuvo recientemente en la zona de Marañao, hacendados decidieron incendiar los bosques para abrir paso y colocar pastos para el ganado, tener espacio en tierras públicas. La Fiscalía investiga, pero todos los expertos apuntan que aunque el invierno es la época más favorable del año para la propagación del fuego en Brasil debido a su clima más seco, en el caso del Amazonas, no existe ningún proceso natural que pueda causar incendios forestales. Eso significa que todos los brotes de incendios allí serían causados por la acción humana.

Durante el anterior viaje mencionado este diario pudo comprobar cómo efectivamente esta práctica era común y que incluso las mafias madereras cometían crímenes para expulsar a las distintas comunidades indígenas –algunos como loa Awas están prácticamente exterminados-. Sin embargo desde que llegó Bolsonaro se abrió la veda.

Las imágenes satelitales y las cifras oficiales son contundentes: según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, el número de incendios forestales en ese país ha crecido un 70% desde enero de 2019 con respecto al mismo período del año pasado. En total, Brasil registró 66.900 puntos de fuego, la tasa más alta desde 2013, cuando se comenzaron a hacer estimaciones.

Un desastre universal

Manuel Jaramillo, director ejecutivo de Vida Silvestre Argentina, indica: "La región amazónica ocupa ocho países y esto lo hace más diverso no sólo en términos de biodiversidad sino también cultural. Para tener una idea, esta superficie aloja 34 millones de habitantes, algunos concentrados en las grandes ciudades y otros, muy dispersos, como las comunidades indígenas que habitan allí".

"El Amazonas nos aporta entre el 17% y el 21% del agua dulce al planeta. Como para tomar dimensión hay que tratar de imaginar que 225.000 m3 de agua dulce por segundo que ingresan al Océano Atlántico desde esa cuenca", detalla el experto argentino.

Los incendios que ya llevan más de una semana y que azotan amplias zonas de la Amazonía brasileña –podrían superar el millón de hectáreas arrasadas- y de Bolivia afectan a 40.000 especies de animales y plantas, 350 comunidades indígenas, 2.500 variedades de peces. También rompe el ciclo natural del agua y las precipitaciones y amenaza con sequías en los ríos de la cuenca amazónica y la cuenca del Plata.

La superficie afectada por incendios en el departamento boliviano de Santa Cruz alcanza las 654.000 hectáreas, mientras que los focos en Paraguay, en la frontera con Bolivia, no han sido todavía cuantificados.

En La Paz, el ministro boliviano de Medio ambiente y Agua, Carlos Ortuño informó a distintos medios de comunicación que ya trabaja en conjunto con Paraguay para intentar frenar los focos.

Sin embargo Jaramillo aclara que la magnitud de estos fuegos no se resuelve con aviones cargados de agua. "Los aviones pueden servir para atacar focos puntuales o enfriar zonas donde haya poblados en riesgo, pero dada la magnitud de los incendios no hay poder humano que con agua pueda detenerlos. Se trabaja con estrategias de cortafuegos con brigadas especializadas. Lamentablemente, no hay información oficial al respecto", indicó.

Por su parte y tras sufrir el aluvión de críticas e intentado calmar las aguas, Jair Bolsonaro salió a la palestra con un discurso mucho menos agresivo. Esa psicosis ambiental no deja hacer nada. Yo no quiero acabar con el medio ambiente. Yo quiero salvar a Brasil", declaró el mandatario de ultraderecha, que preconiza la apertura de reservas indígenas y de zonas protegidas a actividades agropecuarias y a la minería. “Imagínense si el mundo empieza a imponer barreras comerciales: se caerá nuestro agronegocio, retrocederemos, la economía empeorará; la vida de ustedes, de los editores de diarios, de los dueños de televisiones, se complicará como la vida de todos los brasileños, de todos sin excepción. Ustedes están cometiendo un suicidio. La prensa está cometiendo un suicidio”dijo. Además añadió que evaluaban enviar al ejercito ayer para ayudar a atajar el incendio. Mientras el pueblo brasileño y la comunidad internacional se preguntan ¿A qué espera?