Política

Turquía

Las tropas de Asad asesinan a un importante líder rebelde

La Razón
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Los esfuerzos diplomáticos internacionales para sentar en la mesa de negociaciones al régimen sirio y los rebeldes tropiezan con la realidad sobre el terreno. A medida que se acerca una nueva fecha para la celebración de la cumbre de paz "Ginebra II", Las fuerzas sirias están retomando el control de importantes enclaves en el norte, centro y periferia de Damasco, lo que ha colocando al régimen en una posición de fuerza frente a los grupos armados opositores.

La última victoria que se ha adjudicado Damasco ha sido la muerte de Abdelqader al Saleh, comandante jefe de la brigada Al Tauhid, la más importante de Alepo con cerca de 10.000 hombres. El líder salafista murió la madrugada del domingo en un hospital de Turquía, donde había sido evacuado. Al Saleh resultó gravemente herido el pasado jueves tras un ataque aéreo contra la sede de Al Tauhid en la escuela Musha, en el distrito de Bustan al Qaser, en Alepo. Desde hace una semana las fuerzas de Asad han lanzado una ofensiva para recuperar la capital económica siria, apoyados por combatientes de Hizbulá, de la Guardia Revolucionaria iraní y la milicia chií iraquí Abu al Fadl Abbas. El avance de las fuerzas del régimen en esta ciudad, tras haber recuperado las localidades de Tel Hasel, Al Safira y de Tel Aran, y la base 80, adyacente al aeropuerto internacional de Alepo, llevó a los grupos yihadistas, afines a Al Qaeda, que controlan el norte rebelde, a hacer un llamamiento a todas las milicias opositoras para impedir que el ejército sirio siga ganando posiciones. Los últimos enfrentamientos entre el ejército sirio y los islamistas dejaron ayer cerca de 30 muertos.

La caída de Al Saleh en Alepo ha sido una victoria "moral"para el régimen sirio que tiene abierto otros dos frentes en la provincia de Homs y las montañas de Qalamoun, fronterizas con El Líbano.

En la provincia central de Homs, las fuerzas sirias han recuperado las poblaciones de Mahin, Hauarin y Al Hadaz, y ahora la ofensiva de Damasco se centra en las montañas de Qalamoun, que ha obligado a más de 10.000 sirios a huir a la ciudad libanesa de Arsal desde el viernes. La batalla por Qalamoun se intuye tan feroz como la que fue en su día "la madre de las batallas"en la localidad de Al Qusayr, en Homs. Según medios libaneses, unos 40.000 combatientes del Ejército del Islam se han concentrado allí para resistir los ataques de las tropas sirias.

Entre tanto, milicias islamistas llevaron a cabo este domingo un ataque contra un cuartel militar en Harasta, en la periferia de Damasco, donde murieron 31 soldados sirios.

En el terreno diplomático, una delegación gubernamental, encabezada por el viceministro de Relaciones Exteriores Faisal Mekdad, viajó ayer a Moscú para reunirse con responsables de la contraparte rusa.

También estaba invitado el presidente de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba, pero retrasó su participación para más adelante.

Esta reunión informal tuvo por objetivo discutir los futuros planes para la conferencia de paz internacional en Ginebra, organizada por Rusia, EEUU y la ONU, y que se ha pospuesto en varias ocasiones. Se espera que Ginebra II pueda celebrarse para mediados de diciembre, según anunció ayer el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.