Entrevista
Moumen al Natour, activista palestino: "La mayoría de los gazatíes no apoyan a Hamás"
"Hamás roba la ayuda humanitaria y la distribuye en sus círculos íntimos y el resto lo tira al mercado negro", asegura este joven abogado residente en Gaza
Moumen al Natour se conectó a una videollamada con LA RAZÓN sin ocultar ni su identidad ni su rostro, a pesar del peligro que supone para él. “Ya me cansé de ocultarme”, dijo durante la entrevista. Detrás de él se veían edificios semidestruidos, cuando giraba más sobre sí mismo, se veía el mar. “En la playa es donde hay cobertura. A veces por las noches me acerco aquí para engancharme a alguna red israelí y saber qué pasa en el mundo”. Al Natour tiene 29 años, es abogado y activista, en 2019 lideró las manifestaciones cuyo eslogan era “queremos vivir”. Aquellas protestas acabaron con la represión de Hamás, algunos muertos, muchos detenidos y torturados, entre ellos, el propio Moumen.
Preguntado sobre cómo sobrevivió a los interrogatorios de Hamás en aquella época, el joven cuenta que al ser un activista conocido en redes sociales hubo mucha presión por parte del público para que lo liberasen “y Hamás a veces se cuida de no matar a la gente conocida. Creo que eso me salvó”. Hace tres semanas, el mundo se sorprendió al ver imágenes de personas protestando en Gaza contra Hamás y contra la guerra. Los periodistas a veces decían que había cientos de manifestantes, a veces miles.
-Moumen, ¿miles o cientos?
-Sí, miles de personas salieron a las calles de Dier el Balah, de manera espontánea. Cientos de miles están en contra de Hamás, la mayoría no los apoya, llevamos 18 años de opresión bajo su gobierno, 18 meses de guerra por su negligencia e irresponsabilidad, sufrimos los bombardeos israelíes, no hay comida, no hay electricidad, la gente no puede más, por eso están sucediendo ahora las manifestaciones. La falta de esperanza es lo que mueve a los manifestantes. Hamás nos trata como ovejas, nos lleva al matadero cuando quiere, a la guerra cuando le conviene, a la paz cuando ellos quieren, y ya nos negamos a que eso siga pasando.
-La última encuesta del Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas, del pasado mes de septiembre, indica que el 35% de gazatíes apoyan a Hamás. ¿Crees que las protestas pueden provocar algún cambio?
-Estamos haciendo un llamamiento para que Hamás se vaya de Gaza e Israel pare la guerra. Hamás argumenta que, sea como fuere, con Hamás o sin Hamás, Israel continuará la guerra, pero nosotros creemos que no es así, que, si se van, Israel parará. Solo así dejaran de ser sacrificados los civiles, Hamás debe apartarse y dejar de gobernar Gaza.
-Ha habido un declive en las protestas.
-Sí, Hamás mató a alguno de los manifestantes, la gente en Gaza no se quiere exponer ni a las bombas israelíes ni a la policía de Hamás al salir a la calle y Hamás actúa igual que hizo en 2019. Nos acusa de ser espías de Israel, de la Autoridad Nacional Palestina, y nada de eso es cierto. Me manifesté entonces, en 2019, con el eslogan “queremos vivir”, porque realmente no quiero morir, ni a manos de Hamás ni de Israel, ese es el motivo del declive, que la gente no quiere morir.
Tres días después de que el mundo viera la oposición a Hamás en el enclave, uno de los manifestantes, Oday Naser Al Rabay, de 22 años, fue encontrado muerto con señales de tortura frente a la puerta de su casa, según informaron sus familiares. “Recibo mensajes que dicen que enfrentaré el mismo destino que Oday”, cuenta Moumen, con tono resignado. “Y es que la gente no quiere enfrentarse a Hamás, un policía mató a un manifestante mientras compraba harina, en la cola, ¡y luego la familia del muerto mató al policía! Si esto va a más, será una catástrofe”, explica. “A pesar de estar debilitado, porque Hamás no es lo que era hace un año y medio, aún tiene armas y ejerce el control a través de su policía”.
-¿Los miembros de Hamás también pasan dificultades por la escasez?
-Hamás roba la ayuda humanitaria y la distribuye en sus círculos íntimos y el resto lo tira al mercado negro. Yo tuve que comprar mi propia tienda de campaña que venía de la ayuda humanitaria, con las etiquetas de “ayuda humanitaria”. Un kilo de harina cuesta 130 euros. Nos movemos en burro, porque los coches no están permitidos, alquilar un burro me costó 1.800 shékels (430 euros) para ir de al Mawasi a Ciudad de Gaza.
Al Natour nació y creció en el campo de refugiados de Al Shati. Durante esta guerra él y su familia de diez miembros fueron desplazados al sur, a la llamada zona humanitaria de Al Mawasi. Regresó hace pocas semanas al centro de la franja.
-Vemos por el mundo manifestaciones desde el comienzo de la guerra de personas que usan indistintamente “palestinos” y “Hamás”, en apoyo de la gente de Gaza, ¿qué opinas?
-Que nos hacen un gran estropicio al identificar Hamás con palestinos. Pero ese es un logro de la propaganda de Hamás. Y de medios que tienen su misma narrativa, como Al Jazeera. Por ejemplo, muchos en Gaza estaban en contra del 7 de octubre, pero Hamás controla también la propaganda, y siempre muestran como si todos estuviéramos a favor de Hamás. Esa mañana yo dormía, como la mayoría, pero Hamás tiene poder de convocatoria, puede sacar a 2.000 personas a la calle a que celebren, y entonces eso sale en los medios y te crees que son todos. Pero, fíjate, a pesar de la guerra y de la crueldad de Hamás, la gente protesta.
-¿Y ahora qué debería pasar para que esto tome un rumbo aceptable?
-Tienen que devolver a los rehenes, hay que apoyar cualquier acto que reduzca el sufrimiento y hay que garantizar la salida de Hamás de Gaza. Arabia Saudí y Egipto deben ser más firmes y jugar un papel más preponderante, pedir a Hamás que se vaya. El mundo árabe debe dirigirse a Hamás como a una entidad vencida y que la administración de Gaza sea palestina con asistencia de países árabes.
-¿La opción de irse de Gaza la contemplas?
-No tenemos electricidad, agua, comida, está todo destruido, si hubiera una salida segura y supiéramos que vamos a un lugar digno, creo que a pesar de todo lo que se oye, nos iríamos todos.