El mural de la Virgen María que evoca paz en un muro entre Israel y Palestina

El icónico mural, que fue pintado en el año 2010 por el renombrado artista de íconos Ian Knowles, simboliza una poderosa señal de esperanza. Esta esperanza se centra en la posibilidad de que, en algún momento futuro, el imponente muro que separa a Palestina de Israel pueda ser derribado. La inspiración para crear esta obra de arte surgió en respuesta a un discurso pronunciado por Benedicto XVI en una asamblea especial para el Oriente Medio, en el contexto del Sínodo de los Obispos. En ese discurso, el actual Papa Emérito reflexionó sobre el capítulo 12 del libro del Apocalipsis, que hace referencia a "una mujer vestida de sol" que da a luz con gritos de dolor. Según una tradición exegética cristiana de larga data, esta figura se interpreta como una representación de la Virgen María.

El pintor del ícono, Ian Knowles, ha buscado conectar estos momentos de dolor en el libro del Apocalipsis con el sufrimiento experimentado por las comunidades del Oriente Medio. El ícono representa a la Virgen María, quien coloca una mano en su frente, como si estuviera experimentando un profundo dolor, mientras que la otra mano se posa sobre su corazón. Al mismo tiempo, sus manos y su manto permanecen abiertos, en un gesto de acogida y amor.

Lo notable de esta obra de arte, según su autor, es cómo su belleza contrasta con la fealdad del muro que adorna. Ian Knowles afirma que en el arte eclesiástico, la humanidad se representa con verdadera belleza y gracia. La resistencia del ícono de la Virgen María ejemplifica esta idea. La hermosura de la imagen resalta la fealdad y la maldad que representa el muro, creando un impacto visual y emocional profundo.