Guerra
Netanyahu ordena negociar un alto el fuego con Hamás mientras continúa su plan para invadir la Ciudad de Gaza
El primer ministro israelí ordena negociar una tregua con Hamás tras aprobar el plan militar para tomar Ciudad de Gaza
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó la noche del jueves en un vídeo emitido desde la base de la División de Gaza haber «ordenado iniciar negociaciones inmediatas para la liberación de todos los rehenes y el fin de la guerra en condiciones aceptables para Israel», a la vez que trabaja para aprobar el plan del Gobierno para tomar el control militar de la ciudad de Gaza.
El «premier» hebreo no especificó a quién dio la orden ni mencionó si Israel aceptará la propuesta que está sobre la mesa de negociaciones de liberación gradual de rehenes que Hamás aceptó el lunes. El texto es muy parecido al esquema Witkoff, llamado así por el emisario estadounidense en Oriente Medio, Steve Witkoff, al que Israel había dado el visto bueno hace unos meses. Sin embargo, Netanyahu ha estado diciendo en los últimos días que no aceptará un plan gradual, sino total con respecto a los rehenes, la liberación de todos ellos y la aceptación por parte de Hamás de las condiciones de Israel.
«Estas dos cosas –la derrota de Hamás y la liberación de todos nuestros rehenes– van de la mano», afirmó Netanyahu en el vídeo, añadiendo que «agradece enormemente la movilización de los soldados de reserva, y por supuesto al ejército regular, para esta misión vital».
Mientras, las familias de los secuestrados han rebatido el argumento, señalando que Hamás no ha liberado a ningún rehén desde que Israel abandonó la propuesta anterior de acuerdo sobre los rehenes en marzo. Además, consideran que una mayor expansión de las operaciones militares a la ciudad de Gaza, donde se cree que se encuentran algunos de los cautivos, pondrá en riesgo a sus seres queridos. La madre de uno de los cautivos, Einav Zangauker, criticó al «premier» por hacer exigencias «imposibles» para no pactar
Sobre la intención de mandar un equipo negociador a Qatar, la oficina del primer ministro respondió a los medios que no hay planes «en este momento» para hacerlo.
Mientras, los planes militares para invadir ciudad de Gaza siguen adelante. Ayer, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, dijo a las tropas: «Avanzamos con los esfuerzos de acción en la Ciudad de Gaza. Ya contamos con fuerzas operando en las afueras de la ciudad, y más adelante se les unirán fuerzas adicionales».
«Nuestras misiones siguen siendo la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás; no descansaremos ni nos detendremos hasta completarlas. Lograr estas misiones es esencial para nuestro futuro y para nuestros valores como sociedad», añadió.
Aumento del presupuesto
Por su parte, el Gobierno votó el martes por la noche a favor de un aumento de 31.000 millones de shekels (7.725 millones de euros) al presupuesto estatal de 2025, de los cuales 1.600 millones de shekels (406 millones de euros) se destinarán a ayuda humanitaria para Gaza. El aumento se destinará principalmente al gasto en defensa y estará acompañado de un recorte generalizado del 3,35 % en los presupuestos ministeriales.
Algunos miembros del Gabinete reaccionaron con furia al resultado de la votación de fondos adicionales, que aún requiere la aprobación parlamentaria, así como otros políticos de la oposición, como el presidente del partido ultranacionalista Israel Nuestro Hogar, Avigdor Liberman, quien acusó al Gobierno de «pagar impuestos a Hamás». El ministro de Educación, Yoav Kisch, y el de Seguridad Interior, Itamar Ben Gvir, criticaron al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, por esta situación, Kirsch lo acusó de preferir a los niños de Gaza antes que a los niños de Israel, según una transcripción filtrada.
En respuesta a las críticas, Netanyahu insistió en que «el dinero no va a Hamás, sino a los centros de ayuda, a los residentes de Gaza», lo que llevó a Ben Gvir a preguntar: «¿Por qué priorizar a los niños de Gaza?». Por las operaciones militares israelíes, los servicios a la ciudadanía de Gaza están prácticamente desaparecidos y, según el derecho internacional, Israel tiene la responsabilidad de facilitar la entrada de ayuda humanitaria a la zona de guerra.
Se supo el jueves que la ayuda humanitaria aprobada por el gobierno será dirigida a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés). Esto se suma a los 700 millones de shekels (163 millones de euros) asignados a dicha fundación estadounidense en junio. La GHF reparte suministros en el sur del enclave y es muy criticada por su modo de operar por las organizaciones humanitarias y comunidad internacional en general, por sus muy pocos centros de reparto para mucha población, por sus horarios erráticos y mala comunicación con los usuarios y, sobre todo, el alto nivel de mortandad de personas que van a buscar ayuda y acaban muertos en las inmediaciones de sus centros en cientos de casos por esclarecer.
Y teniendo en cuenta que los más de dos millones de palestinos de Gaza ya no tienen medios de subsistencia tras casi 23 meses de guerra, Sasson Hadad, exasesor económico del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estimó esta semana que el futuro gasto civil de Israel en la Franja oscilará entre 7.000 y 10.000 millones de shekels anuales (entre 1770 y 2530 millones de euros). Los gastos de seguridad sumarían unos 25.000 millones de shekels anuales (6327 millones de euros).
En un comunicado en respuesta a las críticas, Smotrich criticó duramente a la minoría de "ministros populistas" que estaban más interesados en "lanzar insultos personales y generar titulares", mientras que la mayoría de los miembros del gabinete demostraron responsabilidad nacional al aprobar el presupuesto. Esta es la quinta vez que se revisa y aumenta el presupuesto general del Estado desde el 7 de octubre de 2023.
Ben Gvir, cuyo partido Poder judío se presentó en candidatura conjunta con Sionismo Religioso en las últimas elecciones, calificó la decisión de "financiar la ayuda a los gazatíes a expensas del contribuyente israelí" como una "vergüenza y una desgracia" que acabaría beneficiando a Hamás.
El líder de la oposición, Yair Lapid, del partido Hay un futuro, criticó duramente la medida por sus recortes: “La decisión del gobierno de recortar la cesta de salud significa que la vergüenza ha muerto y que los enfermos también morirán. La financiación podría provenir del cierre de 15 ministerios superfluos y de la cancelación de fondos de la coalición para la corrupción y los evasores del servicio militar”, declaró Lapid en un X.
Tampoco los antiguos aliados ultraortodoxos de Netanyahu, el partido Judaísmo Unido por la Torá (UTJ), se alegraron del nuevo presupuesto puesto que les afecta a su sistema educativo, así, un diputado de UTJ dijo que cuando el presupuesto de defensa sea sometido a aprobación parlamentaria “consultaremos con los grandes sabios de la Torá sobre cómo votar, a la luz de todos los acontecimientos recientes”.