Líbano

Netanyahu rechaza la tregua y anuncia una intensificación de la ofensiva contra Hizbulá

El primer ministro israelí intensifica su ofensiva militar en Líbano ante la presión de los ministros más duros de su Gabinete

Egipto pide un alto el fuego "inmediato" en Gaza y Líbano
Egipto pide un alto el fuego "inmediato" en Gaza y LíbanoEuropa Press

Después de horas de negociaciones y rumores alimentados por la diplomacia estadounidense y francesa, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó ayer la posibilidad de una tregua entre su país e Hizbulá. No en vano, el jefe del Ejecutivo israelí anunció un incremento en la intensidad de las operaciones contra Hizbulá en el Líbano. Horas antes, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, había revelado que sus tropas -después de haber convocado a dos brigadas de reservistas- se preparaban para una eventual ofensiva terrestre en suelo libanés.

Desde la Casa Blanca se subrayó ayer que la llamada internacional al alto el fuego liderada por la Administración Biden “fue coordinada” con Israel, a pesar del rechazo a la postre de Netanyahu a la propuesta. En este sentido, fuentes diplomáticas francesas y estadounidenses implicadas en las negociaciones aseguraron ayer al diario israelí Haaretz que el primer ministro israelí se mostró dispuesto a pactar un alto el fuego con la milicia proiraní, pero la presión interna llegada desde su Gobierno acabó empujando a Netanyahu a retractarse de lo aceptado verbalmente.

El giro de Netanyahu -y de su ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer- se produjo durante el vuelo desde Tel Aviv a Nueva York una vez tuvo noticia de varis discrepancias de varios miembros del gabinete. “Estados Unidos se enfrentó a algo parecido con Netanyahu durante las negociaciones sobre los rehenes en Gaza. Pero la reacción de su propio gobierno le hizo cambiar radicalmente de opinión”, según un diplomático occidental citado por el mismo diario israelí.

No en vano, hasta tres ministros de la coalición gubernamental rechazaron hoy la propuesta de alto el fuego en el Líbano y llamaron a seguir golpeando con dureza a Hizbulá. El titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmó en la red social X que “la campaña militar sólo debe acabar de una forma: aplastando a Hizbulá y eliminando su capacidad de hacer daño a los habitantes del norte”. Por su parte, otro ministro ultraderechista, el titular de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, fue más allá amenazando a retirar su formación del ejecutivo liderado por Netanyahu si este aceptaba un acuerdo con Hizbulá. “Si el alto el fuego temporal se hace permanente me marcharé del Gobierno”, afirmó Ben Gvir a los miembros de su formación, Otzma Yehudit (Poder Judío), según recogía "The Times of Israel". Horas más tarde el ministro de Exteriores Israel Katz negaba tajantemente la posibilidad de “un cese de las hostilidades en el norte” y aseguraba que la batalla contra Hizbulá continuaría “hasta la victoria”.

Al respecto del rechazo de Netanyahu a aceptar una tregua, el secretario de Estado de EE UU Antony Blinken afirmaba desde Nueva York que “el mundo está hablando con claridad: prácticamente todos los países clave de Europa y la región pidiendo un alto el fuego”. “He estado en contacto estrecho con los representantes israelíes a lo largo de la semana y continuaré trabajando con ellos y el resto de partes en el día de hoy”, aseguró Blinken.

No en vano, Estados Unidos, la UE y varios Estados árabes hicieron una llamada común en favor de un alto el fuego en el Líbano. Francia, país estrechamente vinculado a Líbano por razones históricas, lideró, junto a Estados Unidos, la presentación de una propuesta de cese de las hostilidades durante tres semanas con vistas a que Hizbulá e Israel sean capaces de pactar un acuerdo.

Ya en la tarde de este jueves, la portavoz de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre aseguró que las “discusiones” sobre un acuerdo entre las partes para poner fin temporal a las hostilidades entre Israel y la milicia chiita seguían produciéndose en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU.

Más de 700 muertos en lo que va de semana en el Líbano

Mientras la diplomacia se afanaba ayer por convencer a Hizbulá e Israel de la necesidad de conceder un alto el fuego, las FDI llevaron a cabo una nueva jornada de intensos bombardeos contra intereses de Hizbulá en el sur del Líbano -sobre todo- y en el valle de la Becá, donde la milicia cuenta con más apoyos entre las numerosas localidades de mayoría chiita.

Los bombardeos israelíes se cobraban la vida de 60 personas en distintos puntos del país y dejaban a ocho decenas más heridas según los datos del Ministerio de Sanidad al cierre de esta edición, lo que eleva el balance provisional de la semana por encima de los 730 muertos.

Además, las fuerzas israelíes atacaron de nuevo, por quinta sexta vez en lo que va de año el distrito de Dahiyeh, en el sur de Beirut. Ayer Tel Aviv aseguró haber asesinado al responsable de Hizbulá dedicado a los drones, Mohammad Srour, aunque la organización no ha confirmado su desaparición. Al menos otras tres personas murieron y 15 más resultaron heridas como consecuencia del ataque en el bastión capitalino de la organización. Por otra parte, Israel bombardeó ayer la frontera entre el Líbano y Siria, una acción que, según el Estado Mayor israelí tiene como objetivo impedir la entrada en los feudos de Hizbulá de armas procedentes del país vecino.

Si en la víspera las FDI golpeaban localidades chiitas situadas en zonas de la gobernación de Monte Líbano -mayoritariamente cristiana- como el Chuf o Kesruán por primera vez, un incidente violento se registró en la tarde de ayer por primera vez al entorno de un municipio maronita, el de Kahalé, cuando un vehículo era alcanzado por un proyectil cuando circulaba por una carretera de la región de Aley. El Ministerio de Salud libanés confirmaba poco después que se trató de “un ataque israelí llevado a cabo por un dron sobre un vehículo en Kahalé”.

La dureza de la ofensiva de Israel no impidió ayer que Hizbulá volviera a lanzar cohetes hacia el norte de Israel. Según datos de los responsables militares israelíes, la organización chiita libanesa dirigió contra localidades como Haifa y otros puntos de la Galilea hasta 145 proyectiles.