EE UU

Nueva York se blinda ante el nuevo «show» de Trump

El expresidente republicano regresa a su ciudad natal para enfrentar hoy cargos criminales por el caso de la actriz porno Stormy Daniels

Si por la Fiscalía de Manhattan hubiera sido, Donald Trump ya sabría los cargos criminales que enfrenta desde el pasado viernes. El fiscal Alvin Bragg quería que el expresidente se entregara voluntariamente en la Corte Penal el viernes, 24 horas después de que se decidiera su acusación, pero el equipo del expresidente enseguida respondió que era imposible por una cuestión de seguridad. Nueva York está más que acostumbrada a ver famosos, políticos y magnates multimillonarios paseando por sus calles, pero en esta ocasión es distinto. Trump no sólo es expresidente de EE UU, también se presenta como candidato republicano para las elecciones presidenciales del próximo año.

Por eso la Gran Manzana enfrenta hoy todo un desafío de seguridad. De hecho, los preparativos para la visita obligada del exlíder comenzaron ya el fin de semana. Una avanzadilla de agentes del Servicio Secreto acompañados por funcionarios del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), recorrió el edificio al que se espera que llegue Trump hoy. Pasearon exactamente por la misma zona por donde caminará hoy el expresidente, como si estuvieran trazando una ruta en el mapa.

Está previsto que hoy las calles que rodean los juzgados en el bajo Manhattan, en los que Trump se entregará voluntariamente al mediodía, se cierren al tráfico. Además, según fuentes cercanas al dispositivo de seguridad, se limitará el estacionamiento de vehículos en el área cercana y habrá cierres intermitentes de calles principales que seguramente coincidirán con el momento en que el exmandatario entra y sale de los juzgados. Trump estará vigilado en todo momento, por su seguridad. Además, el piso donde se encuentra la oficina del juez Juan Merchán, que es quien presidirá el caso de Trump, está completamente cerrado al público hoy, y la mayoría de los procesos judiciales en la Corte Suprema de Nueva York que está justo al de la Corte Penal, han sido cancelados para reducir al máximo el tránsito de peatones. El momento es histórico y merece un despliegue de seguridad a la altura. La Policía local trabaja en estrecha colaboración con agentes judiciales, con el cuerpo policial estatal, con el FBI y el Servicio Secreto. Todas las fuerzas del orden velarán por la seguridad de Trump y de los neoyorquinos, porque hoy los agentes que no estén al servicio del exmandatario se encargarán de mantener la paz y normalidad en la vía pública.

NYPD, la Policía neoyorquina, ha emitido un comunicado tranquilizador asegurando que «no hay amenazas creíbles para Nueva York» y que el departamento sigue «listo para responder según sea necesario». Por su parte, el presidente del condado de Manhattan, Mark Levine, indicó que «NYPD y otras agencias de aplicación de la ley han estado planificando y coordinando intensamente este momento. Nueva York está lista. Si hay una turba de Trump, han perdido el elemento sorpresa». Ayer, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, insistió en que la ciudad está preparada para cualquier tipo de protesta e instó a los seguidores de Trump se «controlen» hoy.

Hay vallas metálicas levantadas desde hace varios días en la famosa Trump Tower de la Quinta Avenida, donde el exmandatario tiene su antigua vivienda y desde donde arrancó en 2015 su candidatura para las elecciones que luego ganó. Ayer ya se cerraron algunas calles en esa zona, y si en los últimos días el edificio había estado custodiado por agentes desde ayer hay el doble y dos enormes autobuses de la Policía de Nueva York se han apostado frente al edificio tapando la vista de las decenas de periodistas que se agolpan para captar la mejor imagen del expresidente saliendo de la mítica Torre Trump. Además, ayer a media mañana se cerró el acceso al edificio a los curiosos.

Hoy, en una plaza muy cercana a la Corte Penal hay organizada una protesta a las 12:00 del mediodía por Marjorie Taylor Greene, congresista de Georgia, republicana conservadora y partidaria incondicional de Donald Trump, que ha dicho que espera que varios cientos de personas se unan a ella por el «ataque atroz» al exmandatario. Con ella estará Gavin Wax, presidente del New York Young Republican Club, quien ha asegurado que la manifestación tiene como objetivo castigar al fiscal de Manhattan Alvin Bragg, «por desperdiciar los recursos de los contribuyentes en lo que efectivamente es una cacería de brujas política sobre una infracción contable que probablemente no tenga víctimas».

Trump ha vuelto a la ciudad que le vio nacer pisando fuerte. Y eso que espera estar menos de 48 horas. Su abogado Joe Tacopina ha pedido que el proceso sea lo más rápido posible, pero no olvidemos que son 30 los cargos que tienen que leerle a Trump, así que se conforman con que transcurra «sin dolor y con clase», esa ha sido la petición del hombre que ha sembrado el caos en su visita.