Conflicto

El plan de EEUU para el Magreb relega el referéndum del Sáhara y refuerza la autonomía marroquí

Washington impulsa un nuevo enfoque en la votación de hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU que prioriza el plan de autonomía marroquí

Vehículo de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) REMITIDA / HANDOUT por MINURSO Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 29/10/2025
Sáhara.- La renovación de la MINURSO pone el foco en el conflicto del Sáhara medio siglo después de su inicioMINURSOEuropa Press

Desde hace semanas, la presión diplomática de Estados Unidos sobre los países implicados en el conflicto del Sáhara Occidental se ha intensificado. La administración de Trump quiere imponer su propia fórmula de paz en el Magreb. Tal y como informa "Le Figaro", Washington busca consolidar una visión que prioriza el plan de autonomía marroquí como “serio, creíble y realista”, desplazando la antigua opción del referéndum de autodeterminación.

Esta tarde, el Consejo de Seguridad de la ONU votará la renovación del mandato de la MINURSO (la misión encargada de supervisar el alto el fuego y preparar el referéndum). Según filtraciones publicadas por el diario francés, el borrador estadounidense propone extender el mandato solo por unos meses, como medida de presión para reanudar las negociaciones en torno a la autonomía marroquí, considerada por Washington como la única base viable para la estabilidad del norte de África.

El plan estadounidense, respaldado por Francia y el Reino Unido, introduce un cambio clave en el enfoque: sustituir el principio de autodeterminación por una “solución política realista” que garantice una autonomía limitada bajo soberanía marroquí. Detrás de esta postura se esconde una agenda geopolítica más amplia. Estados Unidos pretende reforzar su presencia estratégica en la región, consolidar la alianza entre Marruecos e Israel —formalizada con los Acuerdos de Abraham en 2020— y contrarrestar la influencia de Rusia y China en el Magreb.

Sin embargo, esta propuesta ha provocado una fuerte reacción en Argel. Según Le Figaro, diplomáticos argelinos califican el texto como una “maniobra de influencia” que transforma al Consejo de Seguridad en un instrumento para legitimar la ocupación del Sáhara. Argelia considera que el conflicto sigue siendo una cuestión de descolonización pendiente y que solo un referéndum bajo los auspicios de la ONU puede ofrecer una solución legítima. El exministro argelino Abdelaziz Rahabi declaró que “la resolución otorga al Consejo la posibilidad de transferir la soberanía saharaui a la potencia ocupante”, una postura que Argelia juzga inaceptable.

El Frente Polisario, por su parte, ha denunciado la resolución estadounidense como “una desviación peligrosa del derecho internacional”. Aun así, ha abierto la puerta a que el plan de autonomía se discuta como una opción dentro de un referéndum más amplio, siempre que no se imponga unilateralmente. En una carta enviada a António Guterres, el movimiento independentista pidió “una negociación seria y sin condiciones previas”, aunque advirtió que la exclusión del referéndum provocaría el fin de su cooperación con la MINURSO.

Washington, no obstante, mantiene la presión. El enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, declaró a la cadena CBS que “un acuerdo de paz entre Argelia y Marruecos podría alcanzarse en sesenta días”, una afirmación que en Argel fue recibida con escepticismo. Mientras tanto, el Departamento de Estado insiste en que “todas las partes deben implicarse en discusiones basadas exclusivamente en el plan de autonomía marroquí”.