Oriente Medio convulso
El presidente palestino Mahmud Abas reta a Israel en la Asamblea General de la ONU: «No nos iremos de nuestra tierra»
El líder de la Autoridad Nacional Palestina pide a la comunidad internacional que pare el conflicto en Oriente Medio
«No vamos a irnos de nuestra tierra». Hasta tres veces repitió esta frase el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, en su discurso ante la Asamblea General en la tercera jornada de la reunión de Alto Nivel que se celebra en Nueva York esta semana que ha estado dominado por la crisis en Oriente Medio. «Palestina es nuestra patria. Es la tierra de nuestros padres, de nuestros abuelos», siguió el mandatario palestino antes de referirse a lo que está ocurriendo en su territorio como «un genocidio a gran escala».
Abas calificó a Israel como un «Estado ocupante» y aseguró que el nombre de familias enteras «ha desaparecido de los registros civiles» por un conflicto del que culpa a Israel. Además, exigió a la diplomacia internacional que «le haga rendir cuentas» al país invasor. «Detengan esta guerra ahora mismo, no envíen más armas a Israel, porque todos son responsables de esta guerra», apuntó el líder palestino condenando a Estados Unidos por apoyar a Israel y por el hecho de permitir que este país «ocupe un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU».
La pregunta no se hizo esperar. «¿Quién es entonces el que mató a más de 15.000 niños de los 40.000 e igual número de mujeres y ancianos? y ¿quién es entonces el que sigue matándolos?», apuntó Abas. El mandatario aseguró que no había llegado hasta el hemiciclo para «responder a las mentiras del primer ministro israelí, que llegó a afirmar ante el Congreso de Estados Unidos en julio que «las fuerzas israelíes no mataron a civiles en Gaza», sino para pedir el fin de la guerra. En ningún momento mencionó a Hamás, al que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, culpa del conflicto en la Franja de Gaza, de la misma manera que asegura que los ataques a Líbano son culpa de Hizbulá.
Hoy se espera que el mandatario israelí participe en la Asamblea General de Naciones Unidas. El líder aterrizó ayer en Nueva York asegurando que su país seguirá luchando «con toda su fuerza», mientras la maquinaria diplomática trabaja a contrarreloj sin mucho éxito para conseguir un cese de hostilidades.
«Es hora de un acuerdo en la frontera entre Israel y Líbano que garantice la seguridad», dijo el presidente Joe Biden esta semana tras dar a conocer una propuesta conjunta de alto al fuego con Europa y varias naciones árabes. El hombre que ordenó la ofensiva sobre Líbano y que ha lanzado más de 1.000 ataques aéreos sobre ese territorio en solo una semana, se presentará ante el hemiciclo, que se supone vela por la paz y seguridad internacionales, con la intención de buscar una solución al conflicto con Hizbulá, una milicia que también es un partido musulmán político chií, respaldado por Irán. El jueves por la tarde también era el turno del primer ministro de la República de Irak, Shia Al Sudani, que, al cierre de esta edición, aún no había intervenido en el hemiciclo, pero se esperaba que condenara los ataques de Israel, al que acusa de «estar llevando a la región hacia una guerra total». Al final del día, también fue el turno del ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bouhabib, que ya había calificado los comentarios de Biden sobre Líbano como «no prometedores», después de que el mandatario estadounidense hiciera una tibia mención a los ataques perpetrados por Israel sobre su territorio, aunque aún esperaba que Estados Unidos interviniera para ayudarles. Ayer, también fue el turno de la UE con la intervención del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
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