Derechos Humanos

Rapados, esposados y con los ojos tapados: Así tratan a la minoría uigur en China

El gobierno de Xi Jinping ha construido al menos 28 centros de "reeducación"para esta minoría musulmana

Imagen de los uigures arrodillados en el suelo, con la cabeza rapada y los ojos vendados
Imagen de los uigures arrodillados en el suelo, con la cabeza rapada y los ojos vendadoslarazon

Un vídeo muestra cómo cientos de uigures son trasladados en trenes a "centros de reeducación"bajo fuertes medidas de seguridad.

China es un país hermético. Lo que ocurre dentro de sus fronteras es en muchas ocasiones inaccesible para la comunidad internacional. Sin embargo, son muchas las sospechas sobre las prácticas inhumanas que ponen en práctica en algunas ciudades y con determinadas minorías. Si en el mes de junio un grupo de abogados denunciaba el uso de los miembros del grupo espiritual Falun Gong como banco de órganos hasta el punto de estar provocando un genocidio, un vídeo publicado la semana pasada en internet deja a las claras cómo actúan las autoridades con otra minoría, los uigures. De religión musulmana viven fundamentalmente en la región de Xinjiang -conocida como Región Autónoma Iugur-, una zona autónoma como lo es el Tíbet en el sur del país. La represión comenzó en 1949 lo que provocó el exilio de 20 millones de uigures a Estados Unidos, Suecia, Australia, Alemania o Turquía. Los que todavía permanecen en el país sufren las consecuencias de las represalias de las fuerzas de seguridad. El gobierno de Xi Jinping, que los ha vinculado en varias ocasiones a organizaciones como el Estado Islámico y Al Qaeda, ha comenzado la persecución de este grupo y los envía directamente a campos de concentración que ellos denominan "centros de reeducación".

A pesar de haber intentado limpiar su imagen y haber mostrado los centros, la realidad es bien distinta. Un vídeo publicado en Youtube deja bien claro el trato que se les da. En las imágenes se ve cómo llegan a bordo de un tren, como si se tratara de Auschwitz, a uno de los centros de reeducación de la región de Xinjiang. Van escoltados por policías. Uno por cada uigur. Llevan la cabeza rapada, los ojos tapados y las manos atadas a la espalda. A bajar del tren los trasladas a una explanada donde los sienten en filas. Después proceden a trasladarlos a los "centros de reeducación".

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El vídeo fue calificado por la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne, de "profundamente perturbador". No es la primera vez que Australia ha salido en defensa de esta minoría y ha mostrado su preocupación"sobre las detenciones masivas de los uiguires y otras personas musulmanes en Xinjiang", dijo Payne en un comunicado.

La jefa de la diplomacia australiana reiteró que su país "ha pedido de forma consistente a China que cese la detención arbitraria de los uiguires y otros grupos musulmanes", a la vez que seguirá haciéndolo tanto de forma bilateral como multilateral. Australia, que acoge una comunidad de al menos 3.000 uigures, discrepa a menudo de las políticas de China en relación con las minorías y la militarización del mar de China Meridional, al tiempo que es su principal socio comercial.

El analista del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI, por sus siglas en inglés), Nathan Ruser, señaló que el vídeo, que revisó con Google Earth, es auténtico y probablemente fue grabado en abril o agosto de 2018 en una estación ferroviaria de la ciudad de Korla, según la cadena local ABC.

En noviembre pasado, una investigación realizada por la ABC y ASPI identificó y documentó la expansión de 28 campos que forman parte de un programa de reeducación de musulmanes en Xinjiang.

El análisis de los datos revela que desde principios de 2017 estos 28 centros se han expandido en más de dos millones de metros cuadrados.

En la región de Xinjiang viven unos 14 millones de chinos que pertenecen a distintos grupos musulmanes, entre ellos los uigures. En esta región actúa un grupo separatista vinculado a los uigures que busca crear un estado independiente, lo que ha motivado la respuesta de Pekín con el reforzamiento de las fuerzas de seguridad, la expansión de comisarías y puntos de control y la vigilancia electrónica, informa Efe.

Se calcula que dos millones de uigures y otros musulmanes han sido internados y detenidos en estos campos en donde son forzados a someterse a ejercicios de adoctrinamiento. El año pasado, China desmintió ante la ONU la existencia de estos campos de reeducación que albergan a uigures y otras minorías de confesión musulmana en la región, y donde no se permite el acceso a investigadores independientes.