Rusia aprieta en la nueva zona cero del frente antes de que Ucrania despliegue a su rival más temido

El jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, se ha dado un paseo de una semana por la nueva zona cero del frente, un amplio territorio en la margen izquierda del río Dnieper, para insuflar ánimos a sus soldados. En su recorrido ha extraído una doble conclusión. Por un lado, que Rusia está aprentando los dientes para anotarse el tanto de nuevas conquistas que hasta ahora se le han resistido. Por otro, que la estrategia de Moscú está condicionada por la llegada, este verano, de los primeros F-16 entregados por los aliados occidentales de Ucrania.

La intensificación de los ataques rusos en el frente, una tendencia que ya se había hecho patente hace unas semanas, está obligando a Kiev a destinar un buen número de efectivos a esta zona mientras negocia en las cancillerías su propio plan de paz en la reciente cumbre de Ginebra.

"Llevo casi una semana trabajando en el Frente Oriental en partes de diferentes grupos que mantienen defensas en las zonas más críticas del frente -escribe el jefe del ejército ucraniano en su perfil de Facebook-. El carácter de las acciones del oponente no ha cambiado significativamente. En Kupyansky, Pokrovskky, Kurakhivskky, Vremivskkyi, las direcciones operativas llevan a cabo acciones ofensivas activas de diferente intensidad, tratando de romper las defensas de nuestras tropas y apoderarse de áreas importantes del área o asentamientos que afectan la estabilidad de nuestra defensa".

Según el parte de guerra de Sirski, que viene acompañado de varias fotos con los soldados del frente, "el enemigo comprende bien que con la llegada gradual de un importante suministro de armamento y equipo militar de nuestros socios y la llegada de los primeros F-16, el tiempo jugará a nuestro favor y sus posibilidades de éxito disminuirán".

“El mando de las tropas rusas está haciendo actualmente todos los esfuerzos posibles para incrementar la intensidad y expandir la geografía de las acciones de combate con el objetivo de agotar lo máximo posible a nuestras tropas, perturbar la preparación de las unidades de reserva e impedir nuestras acciones ofensivar", añade Sirski.