Política

Polonia

Salvini suma a Polonia a la «primavera» populista que cambiará la Unión Europea

Matteo Salvini y su homólogo polaco, Joachim Brudzinski, visitan la Tumba al Soldado Desconocido, ayer en Varsovia
Matteo Salvini y su homólogo polaco, Joachim Brudzinski, visitan la Tumba al Soldado Desconocido, ayer en Varsovialarazon

- Matteo Salvini se reunió ayer con el líder del partido de extrema derecha de Polonia, Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), para trazar una estrategia que les lleve a derrocar desde dentro a las instituciones comunitarias. Flanqueado por el primer ministro, Mateusz Morawiecki, y el ministro del Interior, Joachim Brudzinski, Salvini abogó ayer por el «resurgimiento de los valores europeos reales», en una comparecencia frente a la Prensa con innumerables llamamientos a una nueva «primavera en Europa» que adolece de unas instituciones debilitadas y sin capacidad de influir en los Estados miembros. Después se reuniría con el líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, con el que evidenció similar sintonía.

A los Gobiernos italiano y polaco les une el discurso duro contra los refugiados en lo que ellos ya han bautizado como «la islamización de Europa». También comparten «sus raíces judeocristianas, los principios comunes respecto a la familia y el desarrollo económico», dijo Salvini. Según las últimas encuestas, la Liga y el PiS podrían alcanzar 29 y 24 escaños, respectivamente, en el nuevo Parlamento Europeo, y el jefe de la Liga busca por un lado unirse a otros partidos radicales y por otro desmarcarse a su vez de su socio de Gobierno, el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), que ya ha perfilado una posible alianza con Los Verdes europeos.

Con la creación del ya bautizado como Frente de la Libertad, Salvini busca formar lo que sería el tercer mayor grupo en la Eurocámara entra la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen (el antiguo Frente Nacional), los xenófobos holandeses del Partido por la Libertad de Geert Wilders y el PiS de Jaroslaw Kaczynski. El PiS forma grupo en la Eurocámara con los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), ahora liderados por los euroescépticos británicos, por lo que la formación se desintegraría cuando el Brexit se materialice.

El único escollo que parece amenazar esta alianza entre los ultras italianos y polacos son los estrechos vínculos de la Liga y el FN con la Rusia del presidente Vladimir Putin. Una línea roja para el Gobierno de Varsovia, que siempre ha buscado desmarcarse de cualquier relación con el Kremlin, debido a la animadversión histórica que sigue despertando entre su núcleo duro de electores.

«Polonia e Italia serán los héroes de la nueva primavera europea, un renacimiento de los verdaderos valores europeos, donde habrá menos finanzas, menos burocracia, más trabajo y más familia y, sobre todo, más seguridad», apuntó Salvini. Abanderando públicamente un discurso social, el líder de la Liga salió de Italia en medio de una crisis de popularidad entre sus electores, que se oponen a que se invierta dinero público para salvar a los bancos.