Desapariciones

"Soy Madeleine McCann y tengo pruebas para demostrarlo"

Julia Faustyna, tiene 21 años, es de origen polaco y vive en Alemania. Afirma tener pruebas de que ella es Madeleine McCann pero nadie la cree. Por ello, ha decidido utilizar las redes sociales para solicitar una prueba de ADN que lo confirme.

"Soy Madeleine McCann y tengo pruebas para demostrarlo"
"Soy Madeleine McCann y tengo pruebas para demostrarlo"Instagram

La mancha en el ojo, un lunar en la pierna, algunas marcas en la cara, el parecido razonable con los Padres de Maddie... Julia Faustyna tiene 22 años, es de origen polaco y vive en Alemania. Hace unas semanas comenzó a sospechar que podría ser la niña que desapareció de un edificio de apartamentos en Praia da Luz el 3 de mayo de 2007. Fue un comentario de su abuela la que le hizo sospechar. Ella no había oído hablar del caso hasta que comenzó a preguntar a sus padres sobre su infancia. Julia no tiene recuerdos, son todos muy borrosos. Cuando hablaba con sus padres no cuadraba nada y siempre trataban de cambiar de tema.

Según explicó en su cuenta de Instagram @iammadeleine, les pidió fotos "de cuando mi madre estaba embarazada de mí, otros registros médicos y fotos de mi infancia y nunca me las enseñan, siempre me dicen que estoy loca. Julia indica que otra de las cosas que le hizo sospechar fue la información que le dieron en su colegio. Su profesora le dijo que ella no había estado escolarizada desde que era pequeña, mientras que sus padres insistían en que sí.

Buscar la verdad se convirtió en una obsesión para ella. Contactó con los investigadores británicos y alemanes. "Después de la confusión inicial, comencé a hacer mi propia investigación, descubrí lo que le había sucedido a Madeleine McCann y comencé a reconstruir las similitudes que compartíamos. Nadie atendía a sus peticiones, por lo que utilizó las redes sociales para hacer un llamamiento a la familia de Maddie: "Ayúdenme, necesito hablar con Kate y Gerry McCann. Creo que puedo ser Madeleine. Necesito una prueba de ADN". "Ha sido muy estresante tratar de que la gente me escuche", lamenta.

Julia tiene 22 años y Madeleine tendría ahora 19, por lo que uno de los elementos claves de su investigación era conseguir la partida de nacimiento. Pero todos sus intentos por conseguir el documento oficial han resultado infructuosos.

La joven polaca confesó a sus seguidores que pasó una infancia dura, en la que solo tiene algunos recuerdos del momento en el que fue abusada sexualmente por un hombre. Durante su investigación del caso, se encontró con la foto de uno de los sospechosos del secuestro de la joven británica y se le encendió una luz en la cabeza. Era el mismo que había abusado de ella cuando era una niña: "He vivido una vida muy dura y he sufrido muchos traumas, mi abusador era un pedófilo alemán que era sospechoso en la investigación de Madeleine McCann".

PARA SABER MÁS...

Julia está sola en esta lucha porque ni su familia ni su novio aprueban lo que está haciendo, pero ella no va a parar hasta que consiga saber la verdad. En una de sus últimas publicaciones en directo,
Julia rompe a llorar al contar cómo ha reaccionado su familia. Más de medio millón de personas vieron como la joven contaba que le había llamado su abuela: "Dijo que soy muy mala persona, que ya no quiere verme más. Empezó a gritarme. Le pedí una prueba de ADN a ella y a mis padres y se negó a hacérsela". Su familia la calificó de "no normal" por dar "esperanza a los McCann". Julia dijo que piensan que es una "persona horrible" de la que "no quieren volver a saber nada más".

De hecho, su madre llegó a decirle que estaba enferma, que necesitaba ayuda psiquiátrica ​​y que había montado un circo sin sentido: "Estás enferma, Julia. Voy a vender la casa y ninguno de nosotros contestará el teléfono si llamas, por todo lo que has hecho y la vergüenza que me has hecho pasar". Ni siquiera su novio la apoya en esto: "Estoy sola. Mi novio también quiere dejarme".

La única esperanza que le queda a Julia es la familia McCann. Al parecer, un familiar de Kate y Jerry se habría ofrecido para aportar una prueba de ADN para contrastar lo que afirma Julia. Según explican los diarios británicos, la familia de Maddie nunca descarta una pista y están dispuestos a analizarlas todas.

La investigación del caso Madeleine

Madeleine McCann desapareció de un apartamento de Praia da Luz el 3 de mayo de 2007 mientras sus padres cenaban con unos amigos en el restaurante del complejo hotelero. Realizaban rondas cada media hora para comprobar que los niños estaban bien. A las 21:00 horas, le tocaba el turno a Kate McCann. Cuando llegó al apartamento no había nada anormal, los gemelos dormían plácidamente. Pero cuando entró en la habitación de Maddie, la niña no estaba y la ventana estaba ligeramente abierta. No había rastro de ella. La mujer del otro matrimonio afirmó haber visto cómo un hombre se alejaba con una niña en brazos pero no le dio importancia. Esa es la única pista verdadera de la que disponían los investigadores.

Después de muchos años y de búsquedas infructuosas, el fiscal alemán Hans Christian Wolters, compareció ante los medios de comunicación en junio de 2021 para afirmar que sabían que el responsable del secuestro y asesinato de Madeleine McCann era Christian Brueckner un ciudadano alemán con numerosos antecedentes por abusos sexuales. Wolters llegó a afirmar que tenía pruebas de que Maddie estaba muerta pero nunca ha llegado a probarlo. Brueckner fue detenido por la violación de una turista norteamericana en el Algarve y permanece en prisión por dos casos más de abusos sexuales.

Sin embargo, Wolters todavía no ha presentado las pruebas necesarias para llevar a juicio a Brueckner, que siempre ha mantenido su inocencia y acusó a los fiscales de “comportarse como Hitler”