Sucesos
La prueba definitiva que demuestra que Christian Brueckner secuestró y asesinó a Madeleine McCann
El fiscal responsable de la investigación Hans Christian Wolters soltó la “bomba informativa” durante una entrevista con una televisión portuguesa
Madeleine McCann desapareció hace 15 años del apartamento 5A del complejo Ocean’s Club de Praia da Luz, en El Algarve portugués y parece que el final del caso está cada día más cerca. Durante los últimos días se han precipitado los acontecimientos. La fiscalía portuguesa anunció a finales del mes pasado que Christian Brueckner será acusado formalmente por el secuestro y asesinato de la pequeña británica, que estaba a punto de cumplir cuatro años cuando fue arrebatada de su cama mientras dormía.
El anuncio se produjo curiosamente poco antes de la emisión del documental «Madeleine McCann: Principal sospechoso», en el que el ex detective Mark Williams-Thomas dinamita todas las pruebas circunstanciales existentes hasta ahora y pone en duda la culpabilidad de Brueckner, con el que logra contactar y le explica que tiene una coartada para el día de los hechos.
Precisamente por el 15 aniversario de la desaparición de Madeleine, el fiscal alemán Hans Christian Wolters, responsable de la investigación aceptó dar una entrevista a una televisión portuguesa, en la que volvió a insistir en que sabe que el pedófilo condenado por la violación de una turista norteamericana de 72 años en Praia da Luz en 2005 es culpable.
Sin entrar en detalles, reiteró que está convencido de que Madeleine está muerta, que fue asesinada en Portugal y que Brueckner es el responsable: “La investigación aún continúa y hemos encontrado algunos hechos nuevos, algunas pruebas nuevas, no pruebas forenses sino pruebas”. A pesar de reiterar que “estamos seguros de que él mató a Madeleine McCann” y de que no podía ofrecer más detalles, no negó el hecho de que una de esas evidencias era el hallazgo de fibras del pijama de Maddie en la parte trasera de la furgoneta que el pedófilo alemán utilizaba en esa época en Portugal. Las evidencias corresponderían a restos del pijama rosa con un dibujo de Winnie The Pooh que llevaba la menor británica el día de su desaparición.
Brueckner tuvo la autocaravana en su poder hasta el año 2015 cuando decidió deshacerse de ella. Por suerte, el comprador no se deshizo de ella y la guardó en un desguace, donde fue localizada por las autoridades alemanas y trasladada a su país para realizarle las correspondientes pruebas forenses.
La presentadora Sandra Felgueiras le preguntó directamente a Wolters si era verdad que se había encontrado algo de Madeleine McCann en la camioneta de Christian Brueckner y respondió con una evasiva. Pero ante la presión de Felgueiras el fiscal dijo “no quiero negarlo” y agregó que no quería aportar más datos porque “el sospechoso aún no ha sido informado”.
Sobre la familia de Madeleine, Wolters reveló que no había estado en contacto con ellos: “No hay relación entre los McCann y yo. Nunca he hablado con ellos y nunca les he escrito. No hay relación”.
Wolters lleva investigando el caso desde hace más de tres años pero no fue hasta junio de 2020 cuando compareció ante los medios para explicar que tenían a un sospechoso principal del caso, que tenían la certeza de que era culpable del secuestro y asesinato de la menor británica y que el caso estaba resuelto al 90 por ciento, a falta de atar algunos cabos. Durante todo este tiempo, el fiscal se ha mostrado confiado y ha pedido paciencia para poder trabajar de manera seria para avanzar en una sola dirección, resolver el caso y sentar a Brueckner ante un tribunal.
Las claves de «Madeleine McCann: Principal sospechoso»
Con esta “bomba informativa” sobre el caso, Wolters tiraba por tierra todas las sospechas generadas por el documental de AMC Crime, en el que Williams-Thomas concluye de forma tajante que Brueckner es un pedófilo insaciable, un traficante de drogas y un ladrón experto en asaltar apartamentos turísticos, pero que no es el responsable de la desaparición de la pequeña británica porque tiene una coartada para esa noche que él mismo dice haber comprobado.
Para el autor del documental no solo no hay pruebas contra el alemán, sino que el testigo principal del caso carece de toda credibilidad. Otra de las evidencias principales es la conversación de 30 minutos y el posicionamiento del teléfono móvil, que lo sitúa cerca del Ocean’s Club pocas horas antes de la desaparición de la menor británica, e incluso pone en duda que fuera de Brueckner. Según Williams-Thomas, no hay ninguna prueba que demuestre que ese teléfono sea del principal sospechoso, pero según el investigador tampoco es cierto que se le pueda posicionar tan cerca de los apartamentos de los McCann: El postes de telefonía sólo puede indicar que está en un radio de más de 35 kilómetros a su alrededor, lo que puede indicar que estaba cerca o a media hora en coche.
En cuanto al principal testigo del caso, Helge Busching, al que supuestamente Brueckner le confesó el crimen en 2008, es un traficante fantasioso, que sólo habla a golpe de talonario.
La tercera pata sobre la que apoya su conclusión de que Brueckner no es el hombre que buscan las autoridades es una carta de cuatro páginas que el acusado reconoce haber vivido en Praia da Luz a principios de la década de 2000 antes de ser encarcelado por delitos sexuales. Insistió en que, tras su liberación en 2006, no volvió al reincidir pero que sí comenzó a importar y traficar drogas desde su autocaravana a lo largo de la costa.
Uno de sus principales sitios, dijo, fue la playa de Barranco, a 20 km (12 millas) de Praia da Luz. Así lo corrobora la foto de su furgoneta junto a los acantilados. “Estaba vendiendo drogas a gran escala. Hacía viajes de ida y vuelta a España, traía drogas, marihuana, me ganaba bien la vida”. Su primera detención por tráfico de drogas se produjo después de 2007.
Pero lo más sorprendente de la carta es la afirmación de que tiene una coartada para la noche del 3 de mayo de 2007. Durante esa semana mantuvo una relación con una joven alemana de 17 años que veraneaba en Carvoeiro y que cada noche abandonaba el apartamento de sus padres para ir a visitar a Brueckner en su caravana.
Los registros de vuelo confirman que esta familia estaba en el Algarve y que el 10 de mayo la adolescente fue amonestada por la policía por llevar ilegalmente gas pimienta en el bolso. Además, el investigador localizó a la mujer, que cuenta con 34 años en la actualidad, que le confirmó que Brueckner no mostró cambios ni signos de estrés esa semana y que en los días posteriores a la desaparición seguía circulando con la furgoneta en la que supuestamente cometió el secuestro.
Homenaje de Kate y Gerry
Kate y Gerry McCann siguen convencidos de que su hija está viva y la recordaron en un emotivo acto en su pueblo natal Rothley, Leicestershire, donde fueron acompañados por numerosos vecinos, familiares y amigos. El evento, que ha estado suspendido durante dos años por la pandemia de Covid-19, se retomó con un acto al aire libre en el que los padres de Maddie dijeron: “Este año cumplimos quince años desde la última vez que vimos a Madeleine. No es más difícil que cualquier otro pero tampoco más fácil. Es mucho tiempo.
Kate luchó por contener las lágrimas mientras varios niños encendían velas para Madeleine y otros niños desaparecidos, y leyó un poema: “La supervivencia se puede resumir en tres palabras: nunca te rindas. Ese es el meollo de la cuestión, sigue intentándolo. A veces tienes que ser derribado, más bajo de lo que nunca has estado, para levantarte más alto de lo que nunca has sido. La perseverancia es terquedad”.
El pasado lunes, los McCann escribieron un mensaje en la webs oficiales Find Maddie y Official Campaign: “Mucha gente habla de la necesidad de cerrar el caso, que siempre nos ha sonado extraño. Independientemente del resultado, Madeleine siempre será nuestra hija y se ha cometido un crimen verdaderamente horrible. Esto permanecerá. Es cierto, sin embargo, que la incertidumbre crea debilidad; el conocimiento y la certeza dan fuerza, y por eso nuestra necesidad de respuestas, de la verdad, es esencial.
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La pareja agradeció la labor de los investigadores de los tres países por tratar de resolver el caso: “Estamos agradecidos por el trabajo continuo y el compromiso de las autoridades del Reino Unido, Portugal y Alemania, ya que es este esfuerzo policial combinado el que dará resultados y nos brindará esas respuestas. Como siempre, nos gustaría agradecer a todos nuestros seguidores por sus continuos buenos deseos y apoyo. Es un gran consuelo saber que, independientemente del tiempo que haya pasado, Madeleine todavía está en los corazones y las mentes de las personas. Gracias. Kate y Gerry”.
Por su parte, el tío abuelo de Madeleine, Brian Kennedy, de 83 años, afirmó que “Kate y Gerry se sienten esperanzados con los avances de la investigación. La Policía los mantiene informados, pero no tienen detalles que puedan contar. Nunca han perdido la esperanza, después de todos estos años. Si le hubieras dicho a nuestra familia hace 15 años que pasaría tanto tiempo sin una resolución, habríamos pensado que era muy poco probable”.
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