Oriente Medio
Trump asegura que Estados Unidos «debe tomar Gaza»
Afirmó que quiere crear en la Franja "una zona de liberta" en el último día de su gira por Oriente Medio y volvió a insistir en la cercanía de un acuerdo nuclear con Irán
No iba a defraudar el tercer día de la gira del presidente estadounidense por el Golfo y ayer Donald Trump volvió a dejar varios titulares que, como en jornadas precedentes, son a menudo contradictorios con sus posicionamientos del pasado reciente. Desde Qatar, adonde había aterrizado en la tarde del miércoles tras su visita a Arabia Saudí, el mandatario estadounidense aseguró que su país «debe tomar Gaza» a fin de convertirla en «una zona de libertad», una idea que matiza la ocurrencia expresada más de tres meses atrás en Washington de hacer de la Franja «la Riviera de Oriente Medio». «Tengo ideas para Gaza y creo que son muy buenas. Hacer de ella una zona de libertad, dejar que Estados Unidos se vea implicado», afirmó ayer en la capital de Qatar -uno de los actores más relevantes por su papel mediador en las negociaciones entre Hamás e Israel durante meses- repitiendo una idea -la de la entrada y permanencia de las tropas de su país en la Franja- adelantada en la rueda de prensa celebrada con el primer ministro Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca el pasado 5 de febrero.
«Si es necesario, estaría orgulloso de lograr que Estados Unidos se haga con la zona. Que pasen algunas cosas buenas, poner casas para que la gente pueda estar a salvo. Hamás va a tener que aceptar esto», concluía el presidente estadounidense, que hasta ahora, sin embargo, ha sido incapaz de conseguir de la organización terrorista palestina un alto el fuego permanente con Israel después de más de 19 meses desde el inicio del conflicto bélico. A falta de unas pocas horas para la conclusión de la tournée de Trump por las monarquías del Golfo las posibilidades de un reconocimiento formal estadounidense del Estado palestino -como se había venido rumoreando en la víspera- comienzan a desvanecerse. Al margen de la promesa abstracta de «libertad» para Gaza, tampoco el presidente estadounidense ha abordado con los mandatarios de la región los parámetros de la única fórmula política presentada, la de la Liga Árabe, para un futuro de transición en la Franja.
«Estamos trabajando muy duro sobre esta cuestión. Gaza ha sido un territorio de muerte y destrucción durante años, y sabéis que tengo ideas», zanjaba Trump ayer en declaraciones recogidas por la televisión estadounidense CNN antes de dirigirse a la base militar estadounidense de Al Udeid -la mayor de su país en Oriente Medio-, donde se reunió con las tropas desplegadas en el emirato. Allí, el presidente estadounidense dio las gracias a los casi 10.000 efectivos del Ejército estadounidense y afirmó que su intención es «poner fin a los conflictos y no empezarlos». Con todo, el mandatario avisó de su voluntad de «utilizar el poder americano para defender los intereses de Estados Unidos y sus aliados si es necesario».
Antes, durante la mañana y también desde Qatar -con cuyas autoridades Trump firmó acuerdos por valor de 1.200 millones de dólares-, el mandatario había asegurado que su Administración y la República Islámica se encuentran «muy cerca» de un acuerdo nuclear -después de las cuatro citas celebradas entre delegaciones de ambos países en Omán e Italia en algo más de un mes- con el régimen de los mulás, aunque, como había afirmado semanas atrás, se reserva el recurso de «una violencia nunca vista» si no se alcanza el fin deseado.
«Hay un paso muy, muy bueno, y hay un paso violento, de una violencia como jamás se ha visto antes y espero que no tengamos que hacer esto. No quiero dar el segundo paso. Algunos sí. Muchos sí. Yo no quiero dar ese paso. Así que veremos qué pasa», explicó el presidente estadounidense ayer desde Doha. Además, el mandatario reveló que la República Islámica «ha aceptado, en cierto modo, las condiciones que se la habían solicitado». «No van a producir, como digo yo de forma amistosa, polvo nuclear», concluía.
El tono del presidente -en puertas de que las delegaciones de los dos países pasen a la espinosa fase técnica de las negociaciones nucleares- no gustó, como era de esperar, en Teherán. El presidente iraní, Masud Pezeshkian, lamentó que Trump creyera que puede «amenazar» y «esperar» que su país esté dispuesto a ceder. «Nunca negociaremos nuestra dignidad. Esto está escrito en la sangre de cada iraní», afirmó el mandatario iraní.
El penúltimo día de la primera gira internacional del presidente desde su regreso a la Casa Blanca a finales de enero -una visita marcada por el contenido económico- continuó con el aterrizaje en Abu Dhabi, donde fue recibido por el presidente de Emiratos Árabes Unidos Mohamed bin Zayed Al Nahyan. «Estamos dispuestos a profundizar nuestra amistad para beneficio de nuestras dos naciones y pueblos. Su presencia aquí hoy afirma dicho compromiso», aseguró el líder emiratí en presencia de Trump. Antes, junto al príncipe heredero de Abu Dhabi, Khaled bin Mohammed, el presidente estadounidense visitó la Gran Mezquita Sheikh Zayed, uno de los mayores centros religiosos del planeta.