Elecciones en Estados Unidos

Trump cambia de nuevo a su equipo ante la caída en los sondeos

El candidato republicano ficha como jefe de campaña a Stephen Bannon, director de una web conservadora afín a sus provocaciones

El candidato republicano, Donald Trump, gesticula al hablar con un sheriff de Milwaukee
El candidato republicano, Donald Trump, gesticula al hablar con un sheriff de Milwaukeelarazon

El candidato republicano ficha como jefe de campaña a Stephen Bannon, director de una web conservadora afín a sus provocaciones.

El candidato republicano a las elecciones presidenciales, Donald Trump, contrató ayer al belicoso director de una web de noticias conservadora, lo que muestra su determinación de mantener su combativo estilo político, a la vez que pone a punto su mensaje para los votantes que le han seguido hasta ahora. Stephen Bannon, líder de «Breitbart News» –la página web conservadora, considerada uno de los apoyos más entusiastas del candidato– fue contratado para ocupar un puesto en la campaña del magnate. Pollster Kellyanne Cornway, quien fue su consejero, asumirá el papel de jefe de campaña, según anunció ayer el equipo de Trump.

La agitación surge en el momento en el que comienzan a llegar críticas de muchos republicanos sobre la gran cantidad de declaraciones y encuestas que muestran que la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, tiene cada vez más ventaja sobre Trump de cara a las elecciones del 8 de noviembre. La contratación de Bannon sugiere que Trump no tiene la intención de suavizar su tono agresivo, sino que quiere ser más disciplinado en el hecho de enfatizar los temas que más interesan a los votantes que el magnate está intentando atraer, tales como su punto de vista sobre la inmigración o las críticas a Clinton.

Corey Lewandowski, el antiguo jefe de campaña de Trump –quien fue destituido en junio–, dijo en la CNN que Bannon era «muy combativo», al igual que él. Las declaraciones del equipo de Trump anunciando estos cambios provocaron la creciente popularidad de un artículo de «Bloomberg Politics» que decía que Bannon era «el activista político más peligroso de Estados Unidos».

Brian Walsh, un estratega republicano que fue crítico con Trump en el pasado, dijo que el apoyo de Trump a Bannon parecía indicar que el empresario de Nueva York no tenía intención de cambiar de táctica: «[Trump] está rechazando esfuerzos de profesionales políticos para profesionalizar su campaña, y utilizará la estrategia que utilizó en las primarias: la llamada ‘‘derecha dura’’. Está demostrado que esto será un desastre para él en las elecciones generales», sostuvo Walsh. «Cualquiera que sepa algo de política le echaría un vistazo a la situación actual y se daría cuenta de que está perdiendo a los moderados, las mujeres y las minorías. Esto le llevaría en la dirección opuesta a donde debería estar yendo».

Lewandowski dijo que Conway, quien dirigió un grupo de «Super PACs» (acciones de recaudación de fondos) de apoyo a la campaña en las primarias republicanas del senador Ted Cruz, podría ayudar a Trump con «cualquier problema de disparidad de género que tenga». Siendo una encuestadora que opera desde el estado de Nueva Jersey, Conway ha trabajado en las encuestas republicanas desde los años ochenta, incluyendo en la infructuosa campaña presidencial del antiguo portavoz de la Cámara de Representantes Newt Gringich y en otras con el aspirante a vicepresidente, Mike Pence.

Conway, que manifiesta opiniones conservadoras en sus frecuentes apariciones en tertulias de corte político, se ha esforzado en mejorar la imagen que las electoras tienen del Partido Republicano y en contrarrestar las acusaciones de los demócratas de que el partido está llevando a cabo una «guerra contra las mujeres».

Conway y Bannon podrían acabar siendo fuerzas opuestas en la campaña de Trump. Conway es analítico, basa sus decisiones en lo que digan las cifras y ofrece habitualmente un enfoque más pragmático para ganar las campañas. Bannon, en cambio, es descarado y grandilocuente, le gusta forzar los límites de una conversación educada y se deleita llevando un poco más allá la lucha.

Con esta reestructuración, Trump pretende dar un impulso a su campaña y recuperarse de su bajada en las encuestas de intención de voto, donde ayer Clinton le sacaba una ventaja de seis puntos (47,2 % frente a 41,2 %), según el promedio diario que elabora la web RealClearPolitics. Pese a todo, el magnate no está dispuesto a cambiar su estilo. «Sabes, yo soy quien soy (...) No quiero cambiar. Es decir, tienes que ser tú. Si comienzas a cambiar, no estás siendo honesto con la gente», defendió en una entrevista con una televisión de Wisconsin. Reuters