EE UU
Trump planea nuevas redadas contra inmigrantes esta semana
El alcalde de Chicago ordena a los funcionarios locales no colaborar con los agentes federales
Donald Trump planea seguir adelante esta semana con sus macro redadas migratorias. Si nada o nadie lo impide, el siguiente escenario será Chicago, que junto otros territorios demócratas, es una considerada una de las princípiales ciudades santuario, aquella que ofrecen refugio a personas indocumentadas. A los planes de la Casa Blanca contra la migración se ha unido también el envío de alrededor de 200 agentes de Homeland Security (Seguridad Nacional) que se desplegarán sobre el terreno para ¨reprimir el crimen¨ que según Trump está fuera de control. Un memorando filtrado a la prensa nacional apunta a que la base Naval Station Great Lakes, a 65 kilómetros del norte de la ciudad, servirá como centro logístico. El espacio se utilizará para acoger a los efectivos que podrían empezar a llegar mañana mismo con vistas a iniciar la operación este mismo viernes 5 de septiembre. El borrador contempla ¨30 días de operaciones en el área metropolitana de Chicago¨, por lo que la operación podría prolongarse durante semanas.
La decisión ha provocado la reacción de las autoridades locales que este fin de semana crearon una serie de medidas para ¨proteger a Chicago¨ porque ¨no queremos ver tanques en nuestras calles, familias destrozadas. No queremos que las abuelas sean arrojadas en la parte trasera de camionetas sin identificación¨, dijo el alcalde de la urbe, Brandon Johnson, ¨nos encontramos en una posición en la que debemos tomar medidas drásticas e inmediatas para proteger a nuestra gente de la extralimitación federal¨. El demócrata ha firmado una orden ejecutiva que afirma que la Policía de Chicago ¨no colaborará con agentes federales en patrullajes conjuntos, operativos de arresto u otras tareas policiales, incluyendo la aplicación de la ley migratoria civil¨, y pide a los agentes federales que no cubran su rostro y se identifiquen ante el público. La respuesta de Trump tampoco se ha hecho esperar y ha atacado directamente al gobernador de Illinois, JB Pritzker, calificándolo de ¨débil y patético¨ advirtiendo que desplegará tropas federales en Chicago si no controlan la violencia. Pritzker ha declarado en una cadena nacional que, si finalmente se lleva a cabo la operación de este viernes, se trataría de ¨una invasión con tropas estadounidenses¨.
A la preocupación institucional se ha sumado la alarma de organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) que advierte que este tipo de acciones siembran el miedo entre la comunidad migrante y subraya que ¨son innecesarias y simplemente intensifican e inflaman sus ataques contra nuestra democracia¨. Por su parte, varios gobernadores de varios estados demócratas han firmado un comunicado conjunto exigiendo que ¨esta caótica interferencia federal en la Guardia Nacional de nuestros estados debe cesar¨, porque hacerlo sin el permiso de los gobernadores ¨constituye un abuso de poder alarmante, ineficaz y socava la misión de nuestros militares¨.
En cuanto a las medidas migratorias, el plan parece similar al que se utilizó en Los Ángeles (California) a principios de verano y provocó varios días de enfrentamientos entre los ciudadanos y agentes de la Guardia Nacional desplegados por toda la ciudad. ¨Parece una
repetición de sus tácticas en Los Ángeles, donde los agentes de inmigración (ICE) fueron utilizados como pretexto para justificar una mayor escalada por parte de agentes federales y tropas de la Guardia Nacional¨, ha dicho Johnson, que ha prometido apoyo a las familias de inmigrantes en caso de ser detenidas y asesoramiento a la ciudadanía sobre sus derechos. En lo que se refiere al despliegue de agente para combatir el crimen, el ejemplo podría verse en el despliegue de tropas en la capital del país, Washington, su alcaldesa Muriel Bowser ha dicho que el aumento de efectivos federales había reducido la delincuencia, pero el trabajo de la Guardia Nacional y los agentes de migración no estaba siendo efectivo, y que es una ¨ruptura de la confianza entre la policía y la comunidad¨.
Nueva York también está en la mira del presidente estadounidense. La Gran Manzana es una ciudad santuario desde hace más de 40 años y ofrece refugio a los solicitantes de asilo que llegan al país, más de 233.000 desde la primavera del 2022. De hecho, el pasado julio el departamento de Estado demandó a Nueva York, a su alcalde y a varios funcionarios para acabar con esta calificación, asegurando que las políticas santuario solo han llevado a que ¨peligrosos delincuentes campen a sus anchas por las calles y cometan delitos atroces dentro de la comunidad¨.
Trump se ha propuesto llevar a cabo más de 3.000 detenciones diarias relacionadas con la inmigración y para ello está creando todo tipo de estrategias y medidas que le permitan cumplir su promesa.