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Trump saca los tanques a la calle para su desfile patriótico del 4 de julio

Carros de combate y aviones para este 4 de julio. Una puesta en escena similar a la fiesta francesa.

«Un espectáculo único». Con estas palabras expresaba Trump su entusiasmo por el desfile militar en el Lincoln Memorial en Whashington
«Un espectáculo único». Con estas palabras expresaba Trump su entusiasmo por el desfile militar en el Lincoln Memorial en Whashingtonlarazon

Carros de combate y aviones para este 4 de julio. Una puesta en escena similar a la fiesta francesa.

Un 4 de julio apoteósico. Un desfile patriótico impropio de EE UU, más similar a los despliegues que estamos acostumbrados a contemplar en Europa, mientras el presidente habla a la nación desde el Mall y los tanques, estáticos para no hundir el pavimento, pasean ante los ojos del mundo. El presidente no podría haber sido más entusiasta. Así, en un mensaje que publicó ayer, Donald Trump comentó que «Nuestra celebración del 4 en el Lincoln Memorial será realmente grande. ¡Un espectáculo único en la vida!». Poco antes, y entre piropos dirigidos a sí mismo por el rumbo de la economía, censuras al Tribunal Supremo y reproches a Irán, escribió que «el Pentágono y nuestros grandes Líderes Militares están encantados de poder mostrar al pueblo, el Ejército más fuerte y más avanzado de todo el mundo».

Por supuesto la historia de este desfile nace en 2017, cuando disfrutó junto a Emmanuel Macron de las celebraciones del 14 de julio en los Campos Elíseos. Todas las crónicas señalan ese momento como el del gran flechazo. Si Francia desplegaba a cientos de soldados, vehículos blindados y aeronaves, y si la banda militar hacía un interludio delicioso con Get lucky, el pelotazo de Daft Punk, ¿por qué EE UU no podían ofrecer un despliegue corregido y aumentado? La idea estuvo a punto de cuajar en 2018, en el Día del Veterano, pero la Casa Blanca dio marcha atrás cuando trascendió que el presupuesto estimado excedía los 94 millones de dólares. En 2019, con las elecciones presidenciales a un año vista, los costos parecen importar menos.

Tal y como han publicado Vanity Fair y el Washington Post, operar un caza F-35 cueste más de 30.000 dólares la hora, mientras que la del Air Force One exceda de los 140.000 dólares. El reproche principal de la oposición y buena parte de los medios de comunicación es que el 4 de julio acabe transformando «un día nacional, en un día de vanidad», «use el ejército con fines políticos» y reparta «beneficios a sus patrocinadores, a expensas de los contribuyentes». «Necesitamos respuestas», remataba Udall, al tiempo que quien fuera secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano con Barack Obama, Julián Castro, actual candidato demócrata a la nominación para las presidenciales, acusaba a la Casa Blanca de despilfarrar el dinero. «En lugar de abordar problemas como la falta de vivienda de los veteranos», dijo Castro en el programa This Morning, de la CBS, Trump «está gastando en aumentar su ego con un desfile que trata fundamentalmente de él».

Le respondía el presentador y periodista Geraldo Rivera, desde el plató de Fox, convencido de que la oposición detesta la idea del 4 de julio porque se le ha ocurrido a Trump. Para Rivera, el desfile debiera de ser un «momento maravilloso y lo estamos convirtiendo en un montón de mierda». Entre tanto el tono del Twitter presidencial ha recordado por momentos al circo Ringling Bros and Barnum & Bailey. «¡Increíbles vuelos y los fuegos artificiales más grandes de todos los tiempos!», escribía Trump.