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Europa del Este

Ucrania desconfía de la 'tregua' de Putin en medio de los ataques rusos contra civiles y responde con centenares de drones

Los ucranianos tienen poca fe en que el país invasor renuncie a sus objetivos, a pesar del alto el fuego

At least two people died and seven people were injured during the overnight Russian attack in Kyiv MAXYM MARUSENKOEFE

Mientras los drones rusos siguen cayendo sobre las ciudades e infraestructuras ucranianas, los ucranianos tienen poca fe en que el país invasor renuncie a sus objetivos, a pesar del anuncio unilateral de Vladimir Putin de un "alto el fuego" de tres días desde el comienzo del jueves.

Rusia siempre quedará grabada en mi memoria como un edificio quemado y carbonizado que fue alcanzado por uno de sus drones que impactó cerca de mi casa”, dice Daria Kuzmenko, una psicóloga de 32 años de Odesa, varios días después de un reciente ataques contra esta ciudad costera.

Como otros residentes, sabe muy bien que Odesa podría convertirse en el próximo objetivo de la ofensiva rusa si las fuerzas ucranianas colapsan y comienzan a retroceder en el campo de batalla.

Actualmente, Rusia exige de Ucrania cuatro de sus regiones parcialmente ocupadas de Ucrania -Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia-, además de Crimea, que anexionó ilegalmente en 2014. Sin embargo, el Kremlin y los propagandistas pro-guerra se refieren frecuentemente a Odesa como “la ciudad rusa” mientras sus misiles y drones siguen atacándola.

Mientras tanto, Rusia concentra sus esfuerzos en alcanzar la frontera de otra región, Dnipropetrovsk, según el Ejército ucraniano. Las tropas invasoras han estado a unos 4-5 kilómetros de la frontera administrativa durante algún tiempo. Pero anteriormente, su objetivo principal era avanzar hacia Pokrovsk, una ciudad en la región de Donetsk. Actualmente, la situación cerca de Pokrovsk se ha estabilizado para Ucrania gracias a recientes contraataques. Mientras mantiene su presión allí, Rusia intenta avanzar hacia el oeste, en dirección a Dnipropetrovsk.

“Una vez que Rusia entre en la región, podría exigirla de inmediato también”, dice un soldado, Stanislav. Los analistas señalan que, como mínimo, esto ayudaría a Rusia a aumentar la presión sobre Ucrania y Estados Unidos, demostrando que su ejército aún puede avanzar, a pesar de no haber logrado capturar completamente Donetsk o Lugansk en más de tres años de combate.

Mientras, al menos dos personas, una madre y su hijo, murieron en su apartamento durante el ataque ruso con misiles balísticos y drones contra Kiev el miércoles. El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, condenó en sus redes sociales el ataque letal ruso y acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de burlarse con la continuación de este tipo de bombardeos de los esfuerzos de la Casa Blanca para encontrar una salida negociada a la guerra.

«Se burla deliberadamente de los esfuerzos de paz de EE.UU.», escribió Sibiga en X, recordando que Ucrania propone un alto el fuego incondicional de al menos 30 días de duración, a lo que Putin responde «con ataques brutales como este».

Al mismo tiempo, la creciente fragilidad del espacio aéreo ruso frente a los drones ucranianos se hizo aún más evidente. Los aeropuertos tuvieron que suspender todos los vuelos en Moscú y partes del país el miércoles una vez más. Miles de pasajeros quedaron varados durante horas mientras los aeropuertos cerraran debido a la presencia de drones que continuó durante gran parte del día.

Esto interrumpió el tráfico aéreo en gran parte del país y también impidió que algunos líderes extranjeros llegaran a Moscú en vísperas del desfile militar, dedicado a la celebración del 80 aniversario de la Victoria Soviética contra la Alemania nazi y programado para el 9 de mayo. El avión del presidente serbio tuvo que aterrizar en Bakú mientras esperaba el permiso para continuar su vuelo.

La concentración de defensas aéreas alrededor de la capital rusa, destinada a protegerla durante las festividades, ha dejado la infraestructura militar en otras regiones mucho menos protegida, señaló Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania.

Kovalenko argumenta que mientras Rusia ataca a civiles, Ucrania se defiende y destruye la infraestructura militar y la industria de defensa rusa para reducir el número de estos ataques. Tres empresas rusas y dos aeródromos fueron atacados el miércoles, con fuentes rusas afirmando que Ucrania lanzó al menos 447 drones en el mayor ataque registrado desde el comienzo de la invasión rusa.

En Saransk, una planta de sistemas de fibra óptica fue alcanzada, crucial para un nuevo tipo de dron ruso que desempeña un papel clave en el campo de batalla, según Kovalenko. En Tula, otra planta, que se centra en producir equipos altamente tecnológicos para la guerra moderna, también fue atacada.

Todos en Occidente y el Sur Global deben entender claramente que basta con que Rusia detenga la guerra para que esta termine. Pero Rusia no quiere un alto el fuego real”, subrayó Kovalenko.