Una pulsión escondida en Alemania

¿Ha despertado la política migratoria de Merkel brotes fascistas en Alemania?

Así es, sin embargo hay que decir que ha habido precursores importantes antes del surgimiento del partido radical Alternativa por Alemania (AfD). Sobre todo el movimiento islamófobo Pegida, que ha estado organizando a decenas de miles de personas, primero en Dresde y después en todo el país. También existía en Alemania el Partido Nacional Democrático (NPD), de extrema derecha y más abiertamente neonazi, especialmente instalado en la vieja Alemania del Este. A pesar de que la llamada «crisis de los refugiados» ha sido ciertamente responsable de un aumento de la derecha radical alemana, el terreno ya estaba bien preparado antes de 2015.

¿Por qué la Alemania del Este es más favorable a asumir el mensaje xenófobo del partido AfD?

Este problema se remonta a años atrás, incluso antes de la caída del Muro de Berlín, cuando los neonazis comenzaron a aparecer en la década de 1980. El multiculturalismo y el subdesarrollo, que conllevaba una falta de empleo, menor educación y capacidad para convertirse en clave eran los argumentos que esgrimían ellos. La AfD es sólo la organización más reciente que pretende dar respuestas del lado de la oferta, lo que incluye demonizar a las minorías y decirles a los alemanes que ya no necesitan sentirse «culpables» por el pasado.

¿Qué pueden hacer los líderes europeos para detener la ola de xenofobia en Europa?

Se necesita una defensa más robusta de la democracia liberal, lo que significa involucrarse con temas de alfabetización digital planteados por las redes sociales. Los grandes partidos deben dejar de abordar temas de la derecha radical (por ejemplo, la «crisis de inmigración») y centrarse en los puntos en común entre las personas, las entidades políticas y sus gobiernos.

Matthew Feldman es el director del Centre for Analysis of the Radical Right en Reino Unido