Unión Europea

Von der Leyen se la juega ante el Parlamento Europeo

Anuncia su dimisión como ministra de Defensa alemana y promete dar un giro social y ecológico a la UE para ganarse el apoyo de la Eurocámara. La división amenaza con tumbar el reparto de cargos pactado en Bruselas.

Ursula von der Leyen pronunciará hoy un discurso ante el Parlamento europeo para pedir su aprobación
Ursula von der Leyen pronunciará hoy un discurso ante el Parlamento europeo para pedir su aprobaciónlarazon

Anuncia su dimisión como ministra de Defensa alemana y promete dar un giro social y ecológico a la UE para ganarse el apoyo de la Eurocámara. La división amenaza con tumbar el reparto de cargos pactado en Bruselas.

La candidatura de Ursula Von der Leyen a la presidencia del ejecutivo comunitario camina sobre el alambre. Por eso, la política alemana redobló su ofensiva horas antes de someterse hoy al voto del pleno en la Eurocámara y, colofón de su compromiso con el puesto, ha prometido que mañana dimitirá como ministra de Defensa en su país, independientemente de lo que suceda hoy. Si el Parlamento Europeo no diera su luz verde, las capitales tienen un mes para proponer un nuevo candidato, lo que supondría un choque institucional sin precedentes.

Una apuesta arriesgada con la que la aún ministra de Defensa se la juega el todo por el todo. Conseguir los 374 eurodiputados que necesita para la mayoría absoluta no es imposible, pero no se presenta fácil. Como últimas balas en cartucho, ayer la candidata a suceder a Jean-Claude Juncker se comprometió por escrito a impulsar algunas de las iniciativas demandadas por los socialistas y los liberales. Por el momento, la aspirante tan sólo puede contar con el voto sin fisuras de los miembros de su partido, la bancada popular. El resto de formaciones o bien le han mostrado su más absoluto rechazo –verdes e izquierda unitaria– o se hacen de rogar.

Entre estas iniciativas para camelar a los socialistas, se encuentra un «reaseguro» de desempleo y la puesta en marcha de un salario mínimo en todos los países europeos. En realidad no son propuestas nuevas y ya han sido desechadas en otras ocasiones debido a la oposición de las capitales, pero Von der Leyen prometer seguir luchando para que no se queden sepultadas en el olvido. En el caso del reaseguro de paro, España ha hecho de esta iniciativa uno de sus principales caballos de batalla. Se trata de que, ante un desempleo masivo ocasionado tras una crisis económica, el país afectado pueda disponer de fondos europeos para sufragar parte de esas prestaciones, con el objetivo de que sus finanzas no se vean seriamente dañadas y sumidas en una espiral de baja inversión.

Los socialistas europeos se encuentran divididos ante su voto. La delegación alemana ha emprendido una cruzada contra la candidata de su país e incluso ha distribuido un escrito en el que señalan los puntos negros de Von der Leyen en la gestión del Ministerio de Defensa alemán (escándalo de contratos a dedo a asesores externos) y las dudas sobre un supuesto plagio de su tesis doctoral. Otros no opinan lo mismo. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, declaró ayer que la misiva enviada por Von der Leyen resulta de un «acendrado europeísmo» y que «con este contenido es difícil que el grupo socialista no la apoye y si no la apoyan sería por motivos diferentes al contenido de la carta». Tras el «no» de los Verdes, Von der Leyen necesita 84 eurodiputados para conseguir la mayoría absoluta (en la suposición de que los liberales en bloque acaben otorgándole el voto, aparte de los populares). Los socialistas tienen 154 escaños, por lo que Von der Leyen tiene que seducir a más de la mitad. Hoy se reunirán a las cuatro de la tarde, dos horas antes de la votación, aunque se da por supuesto que los veinte socialistas españoles darán luz verde, ya que no hacerlo pondrían en tela de juicio el papel de Pedro Sánchez como negociador. El propio presidente del Gobierno apeló ayer en Twitter al voto positivo. Los 19 italianos (segunda delegación más numerosa) serán claves para equilibrar la balanza.

Dentro de los guiños a la bancada socialista, Von der Leyen también ha prometido un plan de inversiones (sin mencionar cuantía) y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la mitad en el año 2030 en comparación con los niveles de 1990 con el objetivo de llegar a la neutralidad total en 2050. Los objetivos consensuados hasta ahora son menos ambiciosos, ya que la reducción es del 40% y los países del Este se han negado a alcanzar el cero en 2050.

Uno de los capítulos más espinosos de las misivas remitidas por la candidata está referido a un nuevo mecanismo permanente de vigilancia del Estado de Derecho. Tanto socialistas como liberales le han pedido compromisos en ese sentido, pero aquí Von der Leyen muestra dotes de equilibrista para no desairar a los países del Este. De esta forma, no renuncia al apoyo de parte de la familia de los conservadores y reformistas europeos («tories» británicos y conservadores polacos), quienes, ante la división socialista, pueden acabar siéndole de gran ayuda.