Armas para Kyiv
Reino Unido se resiste al envío de aviones de guerra a Ucrania pero aumenta la ayuda militar
Londres enviará "cientos de misiles de defensa antiaérea y cientos de drones ofensivos de largo alcance con capacidad para desplegarse hasta 200 kilómetros de distancia"
Con un fuerte abrazo y llamándole en todo momento “amigo”, el premier Rishi Sunak recibió este lunes a Volodímir Zelenski en Chequers, donde le mostró uno de los salones desde los que Winston Churchill pronunció a la nación algunos de los discursos más importantes durante la II Guerra Mundial para ensalzar el “liderazgo, valentía y fortaleza” que está demostrando ahora tanto el presidente como el pueblo ucraniano ante la invasión rusa. “Sois una fuente de inspiración para todos nosotros”, dijo.
Con la visita sorpresa a la residencia de campo del primer ministro británico, que apenas duró un par de horas, Zelenski concluyó ayer la gira europea protagonizada en los últimos días por Italia, Alemania y Francia para intensificar los apoyos de cara a la esperada respuesta ante las fuerzas del Kremlin. Se trata de su segundo viaje al Reino Unido desde el inicio de la guerra hace 14 meses.
Las fuerzas ucranianas han comenzado a recuperar territorio alrededor de la ciudad de Bajmut después de nueve meses de sangriento estancamiento. No obstante, Zelenski asegura que su país aún necesita “un poco más de tiempo” antes de lanzar la contraofensiva, para permitir que llegue parte de la ayuda militar prometida por Occidente.
“Este es un momento clave en la resistencia de Ucrania ante una terrible guerra de agresión que nunca eligieron ni provocaron”, señaló Sunak, quien anunció ayer el envío de “cientos de misiles de defensa antiaérea y cientos de drones ofensivos de largo alcance con capacidad para desplegarse hasta 200 kilómetros de distancia.
Con su enfoque agresivo, Londres está actuando como catalizador para que otros aliados suministren a Kiev armas más pesadas. A principios de este año, su decisión de enviar un escuadrón de tanques Challenger 2 llevó luego a Alemania y Estados Unidos a seguir sus pasos. Y ahora espera que surja el mismo `efecto contagio´ tras convertirse en el primer país en suministrar misiles de largo alcance `Storm Shadow´, rompiendo así la barrera que hasta ahora se había impuesto Occidente por temor a que Rusia considere que se ha ido demasiado lejos.
Reino Unido es, después de Estados Unidos, el mayor proveedor de asistencia militar a Ucrania. En 2022 destinó 2.300 millones de libras, cifra que se ha comprometido a igualar en 2023. Desde el inicio del conflicto, también ha entrenado a 15.000 soldados ucranianos en suelo británico.
Sunak se comprometió además ayer a liderar un esfuerzo internacional para mandar aviones de combate asegurando que el entrenamiento de pilotos ucranianos comenzará “relativamente pronto”. No obstante, advirtió que la provisión de las aeronaves “no es algo sencillo”.
Kiev lleva tiempo intentando eliminar los tabúes sobre el envío de cazas F-16, fabricados en los Estados Unidos. Algunos países como Holanda y Dinamarca han sugerido que podrían estar dispuestos a donar parte de su flota. Sin embargo, Londres prefiere, por el momento, proporcionar sistemas de apoyo.
Después de la reunión, Sunak escribió en su cuenta de Twitter que el Reino Unido abrirá “una nueva escuela de vuelo” que “brindará a los pilotos ucranianos la capacitación que necesitan para manejar diferentes tipos de aeronaves, lo que les permitirá defender mejor a sus ciudadanos contra la agresión rusa”.
Por su parte, Emmanuel Macron, también considera que el envío de aeronaves es “algo prematuro”. El presidente galo se reunió con Zelensky en la noche del domingo y anunció que en las próximas semanas, París entrenará y equipará a varios batallones con decenas de carros blindados y tanques ligeros AMX-10RC, así como nuevas sanciones contra Moscú, “para debilitar la capacidad de Rusia de seguir adelante con su guerra ilegal de agresión”. Francia, no obstante, por ahora, no entregará misiles de largo alcance como Reino Unido.
La gira europea de Zelenski se produce justo antes de que los líderes del Viejo Continente se reúnan este martes en Islandia para la Cumbre del Consejo de Europa y más tarde esta semana vuelvan a verse las caras en Japón para la reunión del G7. La invasión rusa ocupará un lugar destacado en las discusiones.
Y en este sentido, cobra especial relevancia las elecciones que se acaban de convocar para el próximo mes de septiembre en Eslovaquia. Lo que ocurra en este pequeño país, con el que Ucrania comparte fronteras, será realmente significativo, ya que el que hasta ahora es uno de los aliados más fieles de Kyizev en Europa podría convertirse pronto en una de las naciones más escépticas de Occidente en lo que respecta a la ayuda militar y política.
Encabezando las encuestas se encuentra el partido populista de izquierda SMER Social Democracy, liderado por el controvertido Robert Fico. El que fuera dos veces ex primer ministro ha hecho de la oposición al apoyo militar a Ucrania su tarjeta de presentación. Como país vecino del conflicto, Eslovaquia tiene un papel importante como centro de tránsito y reparación para los envíos de armas occidentales, y también ejerce una enorme influencia política en cuestiones que afectan a la UE en su conjunto, como el reciente exceso de productos agrícolas ucranianos, que abrió una brecha entre Kiev y sus aliados.
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