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El regreso de las bravas de Arola, ¿Quién da más?

«Me apetecía hacer algo en Madrid, pero que no desvirtuara el trabajo que hacemos en Lab (Sintra), porque ahora es mi gran apuesta al poseer una estrella Michelin», afirma

LO MEJOR. Que el cocinero ofrezca en la capital sus bocados canallas tantas veces copiados. LO PEOR. No disfrutar de los montajes programados por el club. Forman parte de la experiencia
LO MEJOR. Que el cocinero ofrezca en la capital sus bocados canallas tantas veces copiados. LO PEOR. No disfrutar de los montajes programados por el club. Forman parte de la experiencialarazon

El cocinero vuelve a la escena gastronómica madrileña para servir sus bocados canallas en V Club feat Arola, restaurante situado dentro de la sala V de Vegas, de los mismos propietarios del mítico Bingo Las Vegas en Ciudad Lineal.

El cocinero vuelve a la escena gastronómica madrileña para servir sus bocados canallas en V Club feat. Arola, restaurante situado dentro de la sala V de Vegas, de los mismos propietarios del mítico Bingo Las Vegas en Ciudad Lineal: «Me apetecía hacer algo en Madrid, pero que no desvirtuara el trabajo que hacemos en Lab (Sintra), porque ahora es mi gran apuesta al poseer una estrella Michelin», nos cuenta Arola, quien este verano ya inauguró en Santander Cormorán, donde desarrolla el mismo concepto informal. El restaurante madrileño solo abre en horario de cena y hasta la una de la madrugada con un precio medio de 45 euros, así que resulta perfecto disfrutar antes o después de las sesiones V Club, entre las que destacan las actuaciones estilo circense como el «The Greatest Showman», además de aventurarse en el «gaming club». Reconoce que viene con la idea de recuperar el espíritu del 97 cuando abrió el primer La Broche para dar de comer de manera informal con entrantes divertidos y segundos más serios. Para compartir, comenzamos con sus tan famosas, y copiadas, patatas bravas, con las bombas de carne de la Barceloneta y el bocata de calamares con pan de tinta. Continuamos con el steak tartar marinado en soja, wasabi y aceite de jengibre, el ceviche de bogavante, las lascas de presa ibérica al jerez con manzana y queso de cabra y los buñuelos de merluza y vermut blanco. De postre, nos quedamos con el «after-nine», la riquísima versión del «after eight». ¿Quién da más?