Castilla-La Mancha

Vinos con sabor a otra época

En la cata se probaron vinos actuales y caldos del Siglo de Oro
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Dentro de los actos del IV Centenario de la muerte de Cervantes, el pasado día 22 de abril, tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid una cata de vinos en homenaje al Quijote con el vino de La Mancha de telón de fondo. «Cervanvino», que así se llamó el acto, tuvo como vector fundamental el propio Siglo de Oro, el periodo con mayor creatividad artística de las letras castellanas. De esta manera, el Consejo Regulador quiso aprovechar este marco de excepción para organizar una cata con recorrido histórico por la centuria dorada.

La cata contó con la representación de 24 bodegas acogidas a la Denominación de Origen La Mancha que fueron las grandes protagonistas del acto. Los vinos de degustación libre fueron presentados junto al maridaje de productos tradicionales de la gastronomía manchega como el queso manchego o las berenjenas de Almagro, etc.

«Homenajear a Cervantes, que es el autor responsable de la silueta de nuestro logo, como sello de calidad, es ya de por sí un orgullo, además de ser la referencia de la lengua española. En este año, que se cumplen los 400 años de su muerte, es un acontecimiento especial; por eso se ha escogido precisamente Madrid, y la lectura anual del Quijote en el Círculo de Bellas Artes», quiso resaltar Ángel Ortega, gerente del Consejo Regulador.

No todo fue vino durante la cata, pues el acto fue aderezado con escenificaciones teatrales con apariciones de Lope de Vega, Quevedo o referencias aún más universales como la propia Dulcinea o el mismo Cervantes.

Viaje al siglo de oro

Durante la cata, los asistentes pudieron comparar los caldos que habrían consumido en el Siglo de Oro con los vinos actuales, diferenciando su evolución en los métodos de elaboración y calidad. Así, los asistentes pudieron probar los vinos condimentados que consumían las clases más populares para corregir la acidez de los vinos. Miel, canela y agua eran algunos de los remedios más conocidos para mejorar el sabor del vino de manera «casera», siendo esta la muestra más cercana a la bebida que consumían los habitantes de la época. Estas técnicas se introdujeron en la cata para demostrar que los caldos de vino que consumían en los tiempos de Cervantes siguen agradando a los paladares del S. XXI.