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Belén espera la anulación para casarse por la Iglesia

Después de dos años ha retomado los trámites para poder celebrar su boda con Miguel Marcos cuanto antes. El padrino será Raúl Prieto, gran amigo y codirector de «Sálvame», que lo confirma a LA RAZÓN

Belén Esteban, de la mano de su novio, Miguel Marcos
Belén Esteban, de la mano de su novio, Miguel Marcoslarazon

Después de dos años ha retomado los trámites para poder celebrar su boda con Miguel Marcos cuanto antes. El padrino será Raúl Prieto, gran amigo y codirector de «Sálvame», que lo confirma a LA RAZÓN

Hace dos años Belén Esteban confesaba a sus íntimos la intención de solicitar la anulación eclesiástica de su matrimonio con Fran Álvarez para casarse con «mi Miguel por la Iglesia». Por una serie de circunstancias aquel deseo se demoró y, según fuentes cercanas a la tertuliana de «Sálvame», ahora recupera la intención porque quiere que su enlace religioso con Miguel Marcos, conductor de ambulancias, tenga lugar lo antes posible. Ella misma reconoce que «sí, nos queremos casar, pero todavía hay cosas que solucionar», refiriéndose a la anulación.

Fue nuestro periódico el que anunció en exclusiva hace unas semanas que la boda se celebraría el año próximo, incluso que podría tener lugar a finales de este 2016, pero el contencioso que la otrora «princesa del pueblo» mantiene con su ex representante, Toño Sanchís, y esa intención de decantarse finalmente por un matrimonio eclesiástico han retrasado el sueño de una Belén que califica a su actual pareja como «el hombre de mi vida».

Todo apunta a que la ceremonia podría celebrarse en la Iglesia de San Vicente Mártir, de Paracuellos del Jarama, localidad en la que reside Belén Esteban con su novio y su hija Andrea. Es un templo de estilo barroco tardío, que comenzó a construirse en el siglo XVI y que consta de tres amplias naves. Está situada en la calle Real de Burgos. Será en febrero cuando se impartan los cursos intensivos de preparación para el matrimonio, con las siguientes sesiones: el conocimiento y la corporeidad en la pareja, la visión cristiana del amor conyugal, el matrimonio sacramental (a cargo del párroco, don Víctor Manuel) y un cinefórum sobre los obstáculos externos, en el que se proyectará la película «Casomai». Al finalizar, el responsable de la parroquia da indicaciones prácticas sobre el expediente matrimonial canónico.

Si para entonces Belén ya tiene la anulación, acudirá con su pareja a estos cursillos y la boda se celebrará en primavera. El padrino será Raúl Prieto, gran amigo de Belén y codirector de «Sálvame» diario, quien nos dice que «Belén me pidió que sea su padrino y le dije que sí, que me hace muchísima ilusión serlo». «Siento por ella un enorme cariño y somos íntimos amigos. Creo que tiene que resolver unos asuntos antes de contraer matrimonio, por lo que todavía no hay fecha. Quiere casarse por la Iglesia. Para Belén es como si fuera su primera gran boda porque está encantada con Miguel y con la vida. Su futuro marido es un tío estupendo», añade.

Gran sueño

Es tal su amor que hasta le perdonó una infidelidad. Porque este hombre le ha devuelto la tranquilidad que le faltaba en su vida. Miguel Marcos es novio, amigo, confidente, consejero y, además, mantiene una fantástica relación con la hija, la madre y los hermanos de su mediática pareja.

El mes pasado, Belén celebraba con los suyos su 43 cumpleaños y se emocionaba al pensar que «este será mi último cumple de soltera». Casarse por la Iglesia con Miguel es su gran sueño. En realidad, nada tiene que ver este noviazgo con el que mantuvo con Fran Álvarez, su anterior marido. Las peleas verbales eran continuas y las rupturas, intermitentes, estaban en el orden del día. Con el sanitario todo es distinto y ni las injerencias sentimentales de terceras personas pudieron destruir esta unión.

El mismo Toño Sanchís, antes casi un hermano para la tertuliana, ahora el hombre al que más odia, nos revela que «Belén me dijo antes de romper nuestra relación profesional que quería contraer matrimonio religioso con Miguel, que iba a solicitar la anulación, pero creo que al final no gestionó esos papeles. Tenía muy claros sus propósitos».

Hace pocas semanas, le preguntaron si está preparando su boda para 2017. Belén respondió que no. Eso sí, sin poder contener una sonrisa y el polígrafo determinó que su respuesta no era cierta. Y es que es imposible engañar a la máquina ante la evidencia.

Fran Álvarez no pondrá impedimentos

Fran Álvarez ha rehecho su vida sentimental con una joven de veintitantos años. Cuando hablamos con él nos dice que «si llegan los documentos de la anulación de mi matrimonio con Belén daré todo tipo de facilidades para que las gestiones sean rápidas. Firmaré lo que sea necesario para que pueda casarse por la Iglesia con su pareja. Los dos hemos rehecho nuestras vidas y yo le deseo felicidad. En mi cabeza no está oponerme a la anulación, sino todo lo contrario». Francisco sigue trabajando en el restaurante de su padre y lleva varios años con su nueva pareja, una joven estudiante con la que ha recuperado la felicidad.