Artistas

Charlie Centa: despedida en sus brazos

Fue su mayor apoyo durante la enfermedad, tal y como ella le ayudó a superar la muerte de su madre al poco de conocerse, y el hombre que mejor ha sabido afrontar su pérdida

En la imagen, en 2014, poco después de ser diagnosticada
En la imagen, en 2014, poco después de ser diagnosticadalarazon

Fue su mayor apoyo durante la enfermedad, tal y como ella le ayudó a superar la muerte de su madre al poco de conocerse, y el hombre que mejor ha sabido afrontar su pérdida

Sin pretenderlo, Charlie Centa se ha convertido durante la última semana en uno de los nombres que está en boca de casi todos. Su actitud tras el fallecimiento de Bimba Bosé, su novia, así como los años de relación que han tenido y la impecable forma de llevar la enfermedad de la modelo han hecho que se despierte el interés por un hombre que, pese a mostrarse sin problema en los medios, siempre ocupó un elegante segundo puesto acompañando a la artista allá donde fuera. «Es el ángel de mi vida», llegó a decir de él. Y todos los que conocían a la pareja afirman entender por qué le escogió, por qué surgió el amor entre ellos y cómo ha sido Centa el que «ha tirado del carro» en estos duros momentos, una actitud que muchos le agradecerán ya de por vida.

Su relación empezó como en una película. Desde que lo vio patinando por la Plaza de Colón, Bimba quedó enamorada de ese joven británico alto y rubio que manejaba el «skateboard». Dio igual que el casting del desfile que la modelo estaba organizando en aquellos momentos estuviera ya completo y cerrado, ella decidió «abrirlo» para incluirle. Y le tuvo que persuadir, porque Centa no se decidía. «Habrá cerveza», cuentan que le dijo. Lo que quizás ninguno de los dos se esperaba es que a partir de ese momento se convertirían en inseparables. Él tenía 20 años y ella 37 y, pese a la diferencia de edad, todo fluyó como la espuma.

Dúo artístico

El chico trabajaba en aquel momento como profesor auxiliar de inglés a las afueras de Madrid y tras cruzarse con Bimba empezó a frecuentar el grupo de amistades de su novia, en el que se hizo un hueco sin ningún problema. La pareja, además, se convirtió en un dúo artístico que tan pronto diseñaba ropa para su firma Sinchronic como pinchaba en los locales o fiestas más «in» de toda España. En la web de la firma se informaba este verano del fin de la marca: en su último post contaban que Bimba continuaría trabajando mientras que Charlie se iba a enfocar en el «e-comerce» de una empresa de coches teledirigidos.

Charlie se fue convirtiendo poco a poco en un personaje cada vez más destacado y era frecuente verlo en las fiestas de la mano de la modelo y no sólo eso. Sus medidas y su particular belleza le permitieron desfilar también en Madrid Fashion Week con el íntimo de Bimba Davidelfín (el diseñador también se encuentra en estos momentos luchando contra el cáncer). Allí pudo compartir con ella no sólo pasarela sino también los nervios previos al desfile. Otro de los cameos más significativos de Centa (con Bimba siempre) fue en el último trabajo de Pedro Almodóvar, «Julieta». En un momento de la película se ve cómo la pareja y el diseñador se cruzan detrás de Michel Jenner vestidos con prendas de la marca española.

La enfermedad de Bimba no fue el primer problema al que la pareja se tuvo que enfrentar. Al poco de comenzar la relación, Centa perdía a su madre tras una larga enfermedad. La musa de David Delfín e icono de toda una generación se convirtió en su principal baluarte durante aquellos duros momentos. Ironías de la vida, poco después las tornas se cambiarán y fue Charlie el que tuvo que «tirar» en los malos momentos de su novia. En 2014 le diagnosticaban cáncer de mama, una enfermedad que no pudo superar tras una lucha admirable. Si como detalle de unión Bimba, tras el fallecimiento de la madre de Centa, se hizo el mismo tatuaje de la herradura y el ojo que él lucía, Charlie no dudó en raparse la cabeza cuando ella empezó a perder el cabello tras la quimioterapia, una imagen que impactó por el compromiso que significaba entre ellos.

«Es un diez»

No dudó tampoco en dejarlo todo y trasladarse con ella a Sotogrande cuando Bimba quiso alejarse del ajetreo de su día a día. La modelo buscaba calma y retirarse de los medios, si bien es cierto que siguió participando en distintos proyectos y campañas contra la enfermedad. Incluso la acompañaba a las consultas con el médico y estaba pendiente de todas las preguntas y dudas que debían resolver los especialistas del hospital Ramón y Cajal de Madrid. «Él ha sido y es un diez», afirman sus amigos. Y es que la actitud de Centa fue todo un ejemplo en esta dura travesía.

Cuentan que ha sido uno de los que mejor ha guardado la compostura, siendo un pilar para todos los amigos de la artista, siempre con un abrazo o una sonrisa para consolarles cuando se perdían las fuerzas. Pese a su juventud ha demostrado una madurez impecable, viviendo el duelo y la despedida en brazos de Bimba. Ha estado muy cerca del núcleo familiar, que incluye también a los Postigo y, para muchos de sus amigos, está siendo un ejemplo a la hora de afrontar la muerte de Bimba. Fue, quizá, el mejor embajador de ese espíritu que parece que la modelo quiso dejar entre los suyos, esa idea de estar preparados e intentar recordar sólo lo mejor.