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David Bustamante: «Mi neceser parece el baúl de la Piquer»

Bustamante en la presentación de su último trabajo
Bustamante en la presentación de su último trabajolarazon

David siempre está, se puede contar con él y hoy en día, encontrar alguien así, tan sincero, tan directo, tan de verdad, no resulta fácil. Ser como es le ha acarreado algún que otro disgusto, pero mantiene su esencia. Puedo presumir de haberle visto crecer profesionalmente... ¡Está en su mejor momento! Y hoy, con más fuerza que nunca, tiene ganas de «Vivir».

–Vivir significa estar con salud y fuerte...

–Vivir es una forma de ser, una forma de entender la vida, es saborear cada segundo, aprovechar el tiempo.

– «Ya no puedo esperar». ¿El qué?

–Cuando estoy fuera no puedo esperar a ver a mi niña, a mi mujer también, pero más a mi niña, es una necesidad.

–¿Cuántos años confesables tienes?

–32 años, confesables siempre todos... Soy del 25 de marzo del 82.

–¿Y eso no te da un poco de miedo? Porque el fenómeno fan-joven puede elegir a otro más joven...

–Eso es algo natural, lo lógico y lo ideal es que el público, el adolescente que empieza contigo, te siga, y eso es lo más sano. De todas formas creo que mi música es para todos los públicos.

–¿Quién cuida de ti, de tus estilismos, tus trajes...?

–Realmente soy yo. Aunque no era una persona que seguía la moda, llegó el momento en el que fui consciente de que tenía una imagen y la mejoré.

–La entrada de tu mujer en tu vida también contribuye a ese cambio de imagen, supongo...

–En realidad mi mujer nunca me ha dicho nada, a lo mejor a ella no le gustaba que llevara camisetas de tirantes y, bueno, como todos los maridos intentas agradar a tu pareja.

–Pero tendrás que reconocer con qué amabilidad y con qué ternura te llevó a su terreno, a nivel de elegancia...

–A nivel de todo, pero lógicamente cuando quieres a alguien, tienes una pareja que te da seguridad, te protege y te da paz, se refleja en todo.

–¿Alguna vez te ha dicho Paula tus defectos?

–A veces soy una persona desorganizada, tengo muy mala leche y me enfado, aunque se me pasa pronto. No paro quieto y a ella le gustaría que fuese más tranquilo, que no hiciera tantas cosas.

¿Eres hiperactivo?

–Sí, me gusta estar activo, por las mañanas parece que me pican las sábanas y me tengo que levantar.

–¿Pensáis tener más hijos?

–Sí quiero, pero Paula está ahora en su mejor momento y hay cosas en la vida de una pareja que no se pueden pedir ni exigir.

–Eres un sumiso...

–No, pero como cualquier hombre soy un poco calzonazos y eso es así...(ríe).

–¿Os molesta mucho cuando os llaman calzonazos?

–La verdad es que «jode» en el orgullo un poco, pero es que las mujeres tenéis una habilidad para que al final sea cómo queréis que sea.

–Vamos a hablar más de belleza y salud. ¿Has eliminado las bebidas gaseosas de tu dieta?

–Realmente lo que más bebo es agua, pero te puedes tomar un refresco. Lo ideal es que no lleve azúcar pero no hay que obsesionarse.

–El pelo es todo tuyo...

–El pelo es mío, si tengo más pelo que un jabalí. Tengo una mata, herencia de mi padre y mi madre.

–¿Qué metes en la maleta cuando te vas de gira?

–Mucha ropa, un neceser que parece el baúl de la Piquer, secador, laca, las cosas para afeitarme, cremas hidratantes, una máquina para arreglarme la barba y llevar siempre el mismo corte, cera, gel para el pelo...

–Si te fueran infiel preferirías que te lo contaran o que te mintiesen...

–Preferiría saberlo.

–¿Se puede vivir con ello?

–Hay gente que sí. Yo, desde luego, no podría, me parece una falta de respeto y atención muy grande.

–Hay quien dice que no tiraría su matrimonio por la borda por dos noches de desahogo...

–Yo tengo una frase muy campechana que dice: «Por un escalope no jodo yo un solomillo» ¿A qué se entiende lo que quiero decir?

–Ser tan claro a veces te ha traído disgustos, pero tú sigues teniendo tu esencia...

–Es que hay que ser fiel a uno mismo, da igual. Las cicatrices que te hacen en el camino no pueden mermarte, porque las personas a las que quieres no merecen que en el futuro te cierres, te vuelvas frío o cambies de manera de ser.