El Billy Elliot de Kensington Palace

Los duques de Cambridge matriculan a su primogénito en una escuela donde se imparte ballet

En el 2000 Stephen Daldry nos cautivó con «Billy Elliot», la historia de un pequeño gran hombre que con sólo 11 años desafía los estereotipos que imperan en la danza y en el pueblo donde vive al cambiar las clases de boxeo por las de ballet, su verdadera vocación. En su camino no lo tuvo fácil e incluso contó con la oposición de su padre, aunque finalmente vio cumplido su sueño de convertirse en un gran bailarín. Casi 20 años después de su estreno, la pasión de Billy por el ballet sigue danzando por la mente de muchos, que aún lo consideran un ejemplo a seguir por los valores que representa. Algo en lo que los duques de Cambridge parecen estar de acuerdo al hacer oficial este fin de semana que su hijo continuará su educación en el colegio londinense Thomas’s Battersea, donde se imparte ballet y cuya norma principal para los alumnos es ser «amable», según afirma su director, que asegura aconsejar a los padres que «acepten a sus hijos tal y como son».

- Valores

Una línea educativa que encaja con los ideales de Kate Middleton, que recientemente declaraba: «Mis padres me educaron en los valores de la bondad, el respeto y la honestidad, los mismos que Guillermo y yo queremos transmitir a nuestros dos hijos, Jorge y Carlota». «Para mí es algo tan importante como ser bueno en matemáticas o en deporte», añadió. Jorge empezará las clases en septiembre y para entonces ya habrá cumplido cuatro años. Según publica la Prensa británica, el colegio se ubica en una zona residencial de clase media habitada en su mayoría por banqueros y periodistas, y la calificación que le dan los inspectores de educación es «excelente». Al contrario que su padre, que comenzó su etapa escolar en un colegio sólo de chicos, el centro al que asisitirá su primogénito es mixto. La edad de los alumnos oscila ente los 4 y 13 años y, según publica el diario «Daily Mail», el precio por trimestre asciende a los 6.000 euros.

Al príncipe le esperan clases de lo más variadas, desde música y teatro hasta francés y tecnología, todo ello impartido por maestros especializados, afirma su director. Una de las especialidades del centro es el ballet, al que el tercero en la línea sucesoria al trono británico deberá acudir ataviado con medias y zapatillas negras, mientras que sus compañeras lo harán con tutú y calzado rosa, tal y como rige el código de vestimenta para la clase, revela al diario «The Times» un antiguo alumno. Aún falta para saber si el bisnieto de Isabel II será un apasionado de la danza. No sorprendería, ya que, como Billy Elliot, su abuela era una amante de este arte. Así lo demostraron no pocas portadas de revistas, que se hacían eco de cómo Diana de Gales solía bailar por los pasillos de Kensington y Buckingham.

Mientras tanto, la familia real británica sigue siendo noticia, en esta ocasión por el príncipe Enrique, que tras el revuelo protagonizado por su hermano Guillermo –padre de Jorge– con una modelo en los Alpes suizos, ha decidido cancelar su estancia en un ressort en la nieve en el mismo país, asegura «Daily Mail».