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Helena Resano: «He tenido que dar noticias muy duras y siempre digo que hay que llorarlas»

«Mi viaje soñado es un lugar en el que pueda estar sola, que no me conozca nadie y a mi aire, con chancletas y el moño», afirma la presentadora de «laSexta Noticias».

Helena Pisonero. Foto: Alberto R. Roldán
Helena Pisonero. Foto: Alberto R. Roldánlarazon

«Mi viaje soñado es un lugar en el que pueda estar sola, que no me conozca nadie y a mi aire, con chancletas y el moño», afirma la presentadora de «laSexta Noticias».

El curso informativo ha sido agitado y satisfactorio en cuanto a la respuesta de la audiencia, motivos de sobra para que Helena Resano haya cogido con ganas su periodo vacacional. La presentadora de «laSexta Noticias» reconoce que el parón es justo y necesario para poder afrontar un otoño repleto de incógnitas en lo político y en lo social. La periodista navarra confiesa llorar las malas noticias para gestionarlas y que la más dura de este año fue la muerte del pequeño Gabriel. Comprometida con el espíritu del 8-M, se muestra optimista con el cambio que está experimentando la sociedad española y orgullosa de un país que acoge a los inmigrantes que llegan a sus costas. Apasionada de la naturaleza y de las largas caminatas, espera disfrutar con su familia de la playa y la montaña por igual, pasar inadvertida y poder darse un largo chapuzón para descubrir los fondos marinos del Mediterráneo. Discreta en lo personal, Resano rehusa publicar su vida en las redes, aunque reconoce sentir ansiedad cuando se le agotan los datos del móvil por la desconexión de un mundo en agitación constante. Se siente agradecida con su trabajo, pero le gustaría hacer un formato de entrevistas pausadas a gente anónima porqué como buena profesional, le apasiona preguntar y escuchar buenas historias.

¿Cómo gestiona la adrenalina que genera el directo y el estrés de la actualidad?

En el informativo no tengo la sensación de tener que autocontrolarme o de gestionar ese estrés. Pero sí que es verdad que cuando termina necesito hacer algo de deporte o de relajación, como el yoga.

¿Para rebajar las endorfinas?

Para desconectar y porque, además, mi espalda lo necesita. No lo siento en el directo, pero mi cuerpo sí lo va asimilando y lo traduce en lesiones. La espalda es un punto débil y donde se concentra mi tensión.

¿Nombres de la actualidad, como Carles Puigdemont, siguen resonando en su cabeza cuando regresa a casa?

Sí (risas). Creo que el síntoma más evidente es cuando tu hijo pequeño te pregunta: «Entonces, mamá, ¿Puigdemont va a volver o no?». Ahí es el momento en el que sabes que te has llevado la actualidad y el trabajo a casa.

En un informativo, las malas noticias ganan por goleada, ¿cómo hace para que no le afecten?

Llevo 20 años presentando informativos y he tenido que dar noticias muy duras, y siempre digo que hay que llorarlas. Lo mismo no se hace ese día, ni el siguiente, pero existe un momento en el que tienes que parar y romper. En el caso de Gabriel, que es la noticia más difícil que he tenido que dar este año, necesitaba hacerlo porque confluyeron muchos sentimientos. Soy madre de un niño de una edad muy parecida y eso te remueve.

¿Cuál fue la mejor?

La del Aquarius, porque te reconcilia con la profesión y con el país que somos.

La llegada de inmigrantes no cesa...

Es cierto, pero creo que ha sido un buen gesto para que desde la UE se recapacite sobre lo que hay que hacer. Hemos visto cómo Marc Gasol ha estado con Pro Activa Open Arms ayudando en el Astral. Hay imágenes que nos ayudan a no colocar la responsabilidad solo en Bruselas o en un Gobierno, esto es un problema de todos.

¿El movimiento #MeToo ha llegado para quedarse?

No creo que sea el movimiento MeToo, sino el

de las mujeres y el espíritu del 8-M. Hemos dado un paso que no tiene marcha atrás y en el que vamos a coger mucho ritmo. En esto soy muy optimista porque hay gestos en la vida cotidiana que están cambiando, como el ministro Pedro Duque diciendo que se debe animar a las niñas a estudiar ciencias.

Presenta los informativos de laSexta desde 2006, ¿se imaginaba estar 12 años en el mismo puesto?

No, pero nunca hago planes. Esta profesión la tienes que disfrutar cada día y, además, no es repetitiva ni monótona. Yo lo vivo así, de repente, un día echas la vista a atrás y piensas: «¡Ya llevo 12 años!».

¿Su último «tierra trágame» en directo?

Hace unas semanas me quedé sin voz en sumarios y no recuperaba. La gente en control lo pasó fatal. Siguió la imagen y me cerraron el micrófono, tosí y bebí agua. Intenté volver, tuvieron que cortar una vez más y recuperé la voz para pedir disculpas.

¿Logra desconectar en vacaciones o es una entelequia?

Evidentemente no puedes dejar de estar al tanto de lo que pasa en el mundo y sigues leyendo periódicos y viendo informativos,

lo experimentas como espectador. Pero hay que desconcetar porque el cuerpo lo necesita.

¿Qué vacaciones le gustaría repetir?

Austria para recorrer de nuevo Tirol y Dolomitas. Fue un viaje estupendo, en el que hicimos mucho «trekking», con buena temperatura, unas pozas increíbles y unos spas muy auténticos en los que puedes relajarte tras la larga caminata.

¿Cuál es su viaje soñado?

Un lugar en el que me encuentre sola, en el que no me conozca nadie y estar a mi aire, con chancletas y el moño.

¿Cómo lleva que la reconozcan?

La gente es muy amable, pero no deja de ser un poco incómodo, sobre todo, para los que te acompañan.

¿Qué es inviable el resto del año que aprovecha para hacer en verano?

Nadar en el mar con un tubo y unas aletas y tirarme horas viendo los peces. No me puede chiflar más. Para eso hay un montón de calas en el Mediterráneo que son maravillosas.

¿Despertarse sin la alarma es un canto celestial o tiene cogida la hora?

Una de las cosas que más disfruto es ese último día de trabajo cuando desactivas la alarma, pero reconozco que me cuesta los primeros días no despertarme a la misma hora.

¿Es de buen dormir?

No, soy un desastre, tengo un insomnio terrible. Me duermo muy rápido, pero me desvelo a las dos de la madrugada y me quedo toda la noche en blanco.

Dicen los médicos que en vacaciones nos relajamos con las buenas costumbres, ¿le sucede?

Otro desastre. Por ejemplo, con el tema de las cremas, las meto en el neceser y no las uso en todo el verano, y luego me echan la bronca las maquilladoras. Pero me protejo del sol.

¿Cuando sale de viaje se obsesiona con dejar la casa en orden?

No. Viajamos mucho por trabajo y circunstancias familiares y, por suerte, todo ese protocolo de salida lo tenemos bastante automatizado.

¿Prefiere la playa o la montaña?

Ambas.

¿Puede compaginarlo?

Normalmente sí, somos del norte, San Sebastián y Navarra, así que no nos faltan ninguna de las dos cosas.

¿Una banda sonora para sus viajes?

Bruno Mars.

¿QUÉ LLEVA EN LA MALETA?

Es de maletón, maleta pequeña y bolsa porque en su visita al norte es obligado tener un plan B para la lluvia porque se niega a tener que comprar las prendas que le faltan. En el equipaje no pueden faltar libros, entre diez y doce, de los que pesan y son fatales para la espalda y facturar, pero que devora en la playa.