Semanas de la Moda

Lo mejor de París Fashion Week: 6 tendencias que llevarás la próxima primavera-verano

Del blanco impoluto de Chanel a los vestidos bucólicos en Valentino, y del nuevo minimalismo de Balenciaga al universo romántico de Dior, París ha firmado una de sus semanas más inspiradoras

A model wears a creation as part of the Dior Spring/Summer 2026 collection presented in Paris, Wednesday, Oct. 1, 2025. (AP Photo/Aurelien Morissard)
Desfile de Dior.ASSOCIATED PRESSAgencia AP

La Semana de la Moda de París siempre es la última en el calendario fashion, no te vamos a decir que es la más importante, pero sí que es nuestra favorita, o por lo menos la de esta que sienta detrás del teclado. ¿La lista de motivos? Interminable. Solo decir que este año la capital francesa ha sido testigo de uno de los mayores cambios de sillas en cuanto a directores creativos se recuerda desde hace mucho tiempo. Y por extraño que parezca, todos y cada uno de ellos han estado a la altura de la nueva tarea a la que se enfrentaban al presentar sus colecciones de primavera-verano 2026.

Desde el cambio de rumbo de Loewe con Jack McCollough & Lazaro Hernández, pasando por Jonathan Anderson en Dior, uno de lo más alabados de estos días, y del que ya estamos deseando ver si su colección masculina es tan sublime como la femenina o Pierpaolo Piccioli que ha devuelto parte de la esencia del maestro vasco, a la firma española Balenciaga. Sin olvidarnos por supuesto de otro de los nombres propios de esta fashion week, el de Matthieu Blazy al mando de Chanel, y con el que nos atrevemos a decir que ha sido el broche de oro perfecto a los 7 días de moda en la ciudad parisina.

Las tendencias que más hemos visto sobre la pasarela para la próxima primavera-verano

Todavía quedan muchos meses para que la primavera inunde de nuevo nuestros días con sus árboles en flor y temperaturas suaves, pero con el final de la Semana de la Moda de París no hemos querido perder la oportunidad de repasar aquellas tendencias que hemos visto una y otra vez sobre las pasarelas de la capital francesa y que estarán en nuestros armarios a partir del próximo mes de marzo. Y es que, nunca es pronto para empezar a soñar con un nuevo armario, ¿verdad? Eso pensamos nosotras, a continuación, nuestra lista de tendencias que confirman que la primavera no es solo vestidos fluidos y estampados florales. Toma nota.

1. El regreso de la sastrería femenina con actitud

La sastrería vuelve con una elegancia relajada. En Chanel, Matthieu Blazy convirtió el clásico traje en una declaración de poder femenino con faldas midi, americanas sin forro y siluetas que bailan entre el atelier y la calle. Loewe apostó por un twist moderno: chaquetas de cuero moldeado y pantalones estructurados que redefinen el tailoring con un guiño "sporty". Mientras que Stella McCartney celebró la dualidad entre lo masculino y lo femenino con hombros amplios y pantalones anchos, demostrando que el traje es, más que nunca, una cuestión de actitud.

Modelo en el desfile de Loewe.
Modelo en el desfile de Loewe.Gtres

2. El blanco como nuevo código de poder

El blanco total se consolida como el nuevo uniforme del minimalismo sofisticado. Chanel lo presentó en vestidos rectos y trajes con ribetes negros, que recuerdan a la arquitectura de Mademoiselle Coco reinterpretada con frescura. En Chloé, las siluetas fueron más fluidas, con tejidos orgánicos y bordados que evocaban la feminidad libre de los años 60. Louis Vuitton, por su parte, lo elevó a arte de vivir: blusas de seda, pantalones suaves y chalecos texturizados que podrían habitar tanto un apartamento parisino como una galería de arte. Una oda al blanco como lienzo del verano.

Modelo en el desfile de Chanel.
Modelo en el desfile de Chanel.Gtres

3. Plumas, flecos y texturas en movimiento

La próxima primavera no se trata de brillos ostentosos, sino de movimiento. Las plumas y los flecos fueron protagonistas en clave artística. En Schiaparelli, se jugó con materiales imposibles desde plumas vegetales hasta pinceles convertidos en faldas para hacer del "ready-to-wear" una forma de arte surrealista. Alaïa las transformó en pura sensualidad arquitectónica: flecos que caían desde el muslo hasta el suelo y vestidos que parecían respirar. Chanel las adoptó en su vertiente más poética, en faldas y vestidos que se movían como olas bajo la luz de los planetas del decorado.

4. El romanticismo moderno

Los diseñadores han vuelto a hablar de amor, pero sin ingenuidad. Valentino, con Alessandro Michele, presentó un romanticismo melancólico lleno de blusas de gasa, lazos y tonos joya que parecían flotar al ritmo de una banda sonora poética narrada por Pamela Anderson. En Dior, Jonathan Anderson exploró la dualidad entre el pasado y el presente con crinolinas reinterpretadas y vestidos que parecen decir: sí al drama, pero con ligereza. Y en Victoria Beckham, los "slip dresses" se combinaron con chaquetas masculinas en una mirada introspectiva hacia la feminidad contemporánea.

Modelo en el desfile de Victoria Beckham.
Modelo en el desfile de Victoria Beckham.Gtres

5. La nueva sensualidad nocturna

El nuevo código de noche no busca el exceso, sino la piel. Anthony Vaccarello llevó la sensualidad a su territorio fetiche con prendas de cuero, transparencias estratégicas y blusas que parecen flotar sobre el cuerpo. Tom Ford, bajo la dirección de Haider Ackermann, recuperó la elegancia seductora de los 2000: satén, escotes imposibles y una sensualidad casi cinematográfica. Sarah Burton, en Givenchy, la reinterpretó con poder femenino, entre encajes, corsés y una silueta que abraza sin aprisionar.

Modelo en el desfile de Tom Ford.
Modelo en el desfile de Tom Ford.Gtres

6. Siluetas minimalistas

Después de temporadas dominadas por la ornamentación, los diseñadores más influyentes apuestan por la pureza. Piccioli ha devuelto a Balenciaga la esencia del volumen sin artificio: túnicas, vestidos columna y camisas blancas sobredimensionadas que reivindican la belleza del gesto mínimo. Alaïa volvió a su esencia más arquitectónica con túnicas de algodón y vestidos en punto de seda que abrazan el cuerpo sin mostrarlo todo.

Modelo en el desfile de Balenciaga.
Modelo en el desfile de Balenciaga.Gtres

Ahora toca lo mejor: traducir la pasarela al armario real. Empieza por un traje con hombro marcado, un vestido blanco impecable y un detalle de movimiento. Suma un color vitamina y una camisa o túnica impecable. El resto es tuyo. Paris, à bientôt.