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Meghan Markle deslumbra en París con un vestido negro de corte clásico que redefine la elegancia moderna
Durante la Semana de la Moda de París, después de triunfar en el desfile de Balenciaga

La Duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha vuelto a convertirse en el centro de atención del mundo de la moda tras su inesperada aparición en la Semana de la Moda de París. La exactriz estadounidense sorprendió con un look impecable y cargado de significado, fiel a su estilo depurado y sofisticado, que confirma una vez más su predilección por los vestidos negros como símbolo de poder y atemporalidad.
Su paso por la capital francesa no solo marcó su debut oficial en la pasarela parisina, sino también su regreso a un evento de moda después de casi una década. Una cita especial en la que Meghan dejó claro que sigue siendo una de las mujeres más influyentes del panorama fashion internacional.
Un vestido negro que evoca la elegancia eterna
Para la ocasión, Meghan Markle optó por un vestido negro de silueta fluida y capa asimétrica sobre el hombro izquierdo, una pieza que combinaba sobriedad y dramatismo en las dosis justas. El diseño, firmado por la nueva Balenciaga dirigida por Pierpaolo Piccioli, reinterpretaba la elegancia clásica con un toque contemporáneo, fusionando líneas arquitectónicas con un movimiento delicado del tejido.

La duquesa completó su look con tacones de punta fina en el mismo tono y un discreto bolso de mano, reafirmando su gusto por los accesorios minimalistas y el equilibrio visual. En cuanto al peinado, apostó por un recogido pulido con raya al medio que dejaba el rostro despejado, y un maquillaje natural que destacaba su luminosidad habitual.
El resultado fue un conjunto de líneas puras y proporciones perfectas que transmitía fuerza, serenidad y una elegancia sin artificios, la marca personal que Meghan ha cultivado desde su salida de la realeza británica.
El regreso de Meghan a la Semana de la Moda de París
Su presencia en París marcó un antes y un después. La Duquesa de Sussex no solo asistió al desfile debut de Piccioli como nuevo director creativo de Balenciaga, sino que también fue vista saliendo de su hotel con este segundo look negro que ha dado la vuelta al mundo.

Esta aparición representa su primera asistencia a un desfile de moda en más de diez años, desde que en 2015 acudiera a eventos de diseñadores estadounidenses en su etapa como actriz. Ahora, con un estilo mucho más maduro y consciente, Meghan apuesta por una moda que combina el lujo discreto con valores sostenibles y una silueta empoderada.
Un vínculo creativo que celebra la elegancia artesanal
Según el entorno de la duquesa, Meghan y Pierpaolo Piccioli mantienen una relación de admiración mutua desde hace años. Ella ha lucido varios de sus diseños en momentos clave —como su vestido rojo con capa en Marruecos o su look blanco bordado en Nueva York— y, en esta ocasión, quiso apoyarlo en su nuevo capítulo al frente de la casa francesa Balenciaga.
El comunicado oficial destacó que ambos comparten una visión similar: “una elegancia moderna, basada en la artesanía, la autenticidad y el respeto por la moda atemporal”. Y eso fue exactamente lo que Meghan transmitió en París.
Meghan Markle, icono del minimalismo sofisticado
Con este look, Meghan Markle consolida su estatus como una de las mujeres más elegantes y coherentes del panorama internacional. Su forma de entender la moda —sin excesos, pero con presencia— vuelve a demostrar que la verdadera sofisticación reside en los detalles.

Vestida de negro, segura y sin esfuerzo aparente, Meghan no solo asistió a un desfile, sino que firmó una auténtica lección de estilo y elegancia contemporánea.
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