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Moda

El testamento de Giorgio Armani: ¿quiénes son los herederos y cómo se repartirá su fortuna multimillonaria?

El testamento de Giorgio Armani revela cómo se repartirá su fortuna multimillonaria y quién decidirá el futuro de la maison que él mantuvo independiente durante casi 50 años

El testamento de Giorgio Armani: ¿quiénes son los herederos y cómo se repartirá su fortuna multimillonaria? Instagram @giorgioarmani

Durante casi medio siglo, Giorgio Armani se mantuvo como una excepción en la industria del lujo: un creador que controlaba casi la totalidad de su empresa y que rechazaba sistemáticamente las ofertas de conglomerados como LVMH o Kering.

Sin embargo, su testamento revela que incluso Armani, símbolo de independencia, sabía que la sostenibilidad de la maison pasaba por abrir la puerta a nuevos socios estratégicos. Por eso, ordenó a sus herederos vender un 15% de la compañía en los próximos 18 meses y, en un plazo máximo de cinco años, hasta un 54,9% del negocio a un solo comprador o mediante salida a bolsa.

Entre los nombres mencionados destacan tres gigantes: LVMH, L’Oréal y EssilorLuxottica, empresas con las que Armani mantuvo relaciones profesionales durante décadas.

Los cinco herederos y el guardián del legado

El testamento divide la fortuna entre cinco herederos principales: su hermana Rosanna Armani, su hijo Andrea Camerana y sus sobrinas Silvana y Roberta Armani, además de su mano derecha durante más de 40 años, Pantaleo Dell’Orco, quien recibió la mayor participación (30%) y el poder de decidir el futuro de la empresa.

Silvana Armani, considerada la sucesora estilística del tío, lidera la línea femenina; Roberta dirige la comunicación global y las relaciones con celebridades; Andrea Camerana forma parte del consejo y Rosanna, la hermana mayor, permanece como figura discreta pero central.

Gracias a la herencia, todos se convierten en multimillonarios: Dell’Orco con una fortuna estimada en 2.300 millones de dólares, seguido de Silvana (1.100 millones) y el resto con cerca de 1.000 millones cada uno, según Forbes.

LVMH, L’Oréal y EssilorLuxottica: tres caminos posibles

El movimiento más esperado en la industria será quién tomará el control parcial de Armani. LVMH es el candidato natural: con 75 marcas de lujo, Bernard Arnault ha construido un imperio que combina moda, joyería, relojería y hostelería. Ya expresó su admiración por Armani y su interés en reforzar la presencia de la casa italiana en el mercado global.

Por su parte, L’Oréal mantiene contrato hasta 2050 para perfumes y cosmética Armani, lo que podría facilitar una integración más profunda. Y finalmente, EssilorLuxottica, líder mundial en óptica, tiene acuerdos con Armani desde 1988 para fabricar sus icónicos lentes, un negocio que transformó las gafas en accesorios de lujo.

Analistas citados por Forbes señalan que L’Oréal y EssilorLuxottica tendrían motivaciones estratégicas más fuertes, dado su vínculo histórico con la marca.

Un imperio que va más allá de la moda

El patrimonio de Armani no se limita a la compañía. Su testamento incluye un portafolio inmobiliario global: villas en Saint-Tropez y Pantelleria, propiedades en Milán, París, Antigua y Nueva York, un chalé en St. Moritz y un superyate de 213 pies llamado Main, diseñado por el propio Armani.

Cada residencia fue asignada con precisión: Dell’Orco, Rosanna, Silvana y Camerana se repartieron las propiedades principales, mientras que Roberta no recibió bienes inmuebles, pero sí parte de la fortuna líquida. Incluso las obras de arte, como un retrato de Warhol o una pintura de Matisse, fueron distribuidas entre familiares y colaboradores cercanos.

El futuro de la maison sin su fundador

La gran incógnita es si la identidad de Armani -basada en la elegancia minimalista y la independencia creativa- sobrevivirá a la venta parcial. Analistas de Business of Fashion señalan que el desafío será mantener el ADN de la marca en un mercado cada vez más dominado por conglomerados y capital extranjero.

Por ahora, Pantaleo Dell’Orco liderará la transición. Con 72 años y cuatro décadas al lado de Armani, será él quien decida si la firma termina en manos de LVMH, L’Oréal, EssilorLuxottica o en la bolsa de Milán.

Lo que está claro es que el testamento de Armani no solo reparte una fortuna: marca el inicio de una nueva etapa para una de las casas de moda más icónicas del siglo XX, ahora sin su legendario creador pero con un futuro abierto a transformaciones históricas.