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Aguayo apela a la «autonomía» de las fundaciones inversoras en preferentes

La Razón
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La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, se vio ayer obligada a reconocer que la inversión en preferentes no respde al objetivo de las fundaciones públicas. «Comparto –aseguró dirigiéndose al diputado del PP José Antonio Miranda– que las preferentes no son la inversión más adecuada para las fundaciones, pero han sido inversiones seguras durante mucho tiempo, que no han revelado un problema tan severo como el que se ha presentado ahora».

La titular de Hacienda salió al paso de una información desvelada por este periódico y que llevó a comisión el Partido Popular. La fundación pública Rey Fahd Bin Abdulaziz posee desde el año 2004 403.375 euros en preferentes de Banesto. Según la última auditoría reflejada en la cuenta general de la Junta correspondiente a 2011, al cierre del ejercicio, las pérdidas por la inversión en este producto de riesgo se elevaban a 156.638 euros. El objetivo de esta fundación es «la promoción de la investigación científica y el desarrollo y perfeccionamiento profesional en el ámbito del hospital Costa del Sol». Además de preferentes, la fundación Rey Fahd también tenía, en 2011, invertidos 12.500 euros en «Estructuras nuevas Urquijo», además de depósitos a largo plazo por importe de 561.000 euros.

El diputado del PP José Antonio Miranda censuró el «descontrol que hay en todo lo que supone el sector público». Asimismo, recordó que el Reglamento de las fundaciones recoge que el protectorado corresponde a la Junta, que tiene entre otras funciones velar por la gestión y el patrimonio de estos entes. «Estará de acuerdo en que la inversión en productos especulativos, de alto riesgo, no es propio de las fundaciones, que no deben tener ánimo de lucro».

Aguayo recogió el guante reconociendo la errada inversión, pero también desplegó una serie de argumentos de defensa. Uno de ellos, la «autonomía de gestión» que tienen las fundaciones públicas. También hizo hincapié en que tanto en el caso de la fundación Rey Fahd, como en la de San Juan de Dios –que también invirtió en preferentes– las operaciones estaban «razonablemente controladas» al haber sido las pérdidas convenientemente provisionadas y suponer una parte pequeña del presupuesto global. La consecución del máximo rendimiento posible de los fondos fue otro de los pliegos de descarga que esgrimió la titular de Hacienda, quien dijo, no obstante, que la Junta trasladará una «recomendación» para evitar inversiones de este tipo.

El Gobierno andaluz cuenta, según explicó Martínez Aguayo, con 29 fundaciones, de las que cuatro no rindieron cuentas en 2011. El número está en discusión. La Cámara de Cuentas eleva sin embargo a 35 el número de fundaciones.