Política

Andalucía

Las reclamaciones al nuevo Gobierno se multiplican antes de que se constituya

Los médicos barajan una nueva huelga y los ingenieros piden una Consejería de Industria

Protesta de médicos frente a la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Sevilla
Protesta de médicos frente a la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Sevillalarazon

Todavía no se ha formado el nuevo Gobierno andaluz pero las exigencias comienzan a aflorar desde sectores muy diversos. La sanidad ha sido uno de los ámbitos más castigados durante la pasada legislatura, así que los médicos y enfermeros continúan con las espadas en alto. Precisamente, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) aseguró ayer que seguirá reclamando mejoras al Ejecutivo autonómico «sea de la ideología y del color que sea», dada la situación «precaria y desbordante» de la sanidad pública andaluza. Estas críticas se producen a raíz de la saturación que vienen padeciendo las urgencias en Málaga. De hecho, los facultativos no descartan convocar una nueva huelga para exigir medidas «inmediatas».

«Menos mal que muchos pacientes se van dando cuenta de dónde está el origen de esta situación, si pensamos un poco en los últimos resultados electorales», señaló la responsable de hospitales del sindicato, Ana Duarte. Entre otras cuestiones, los facultativos demandan la cobertura de las bajas para evitar la «sobrecarga». La Junta, «en su cortijo estable, ha ninguneado a los médicos y ha vendido humo a los pacientes», subrayó Duarte.

Otro colectivo que alzó la voz es el de los ingenieros industriales, que piden al próximo inquilino de San Telmo la creación de una Consejería de Industria, Tecnología y Digitalización, como «fórmula para lograr un cambio de modelo productivo en Andalucía, imprescindible para reducir el paro e incrementar el PIB per cápita». En un escrito dirigido a los líderes de los partidos con representación parlamentaria, el colegio profesional que los representa sostiene que «el desarrollo industrial debe ser el protagonista y motor de la transformación en Andalucía». La creación de este departamento, por tanto, «llevará a converger progresivamente con las regiones españolas y europeas más prósperas, con un peso del PIB industrial superior al 20 por ciento –en Andalucía es del 11,2–». No obstante, son conscientes de la «magnitud e importancia del reto y de la desfavorable situación de partida», lo que «justifica que se otorgue prioridad en la agenda del próximo Gobierno andaluz a una estrategia de desarrollo industrial liderada por una consejería propia que se ocupe de implementarla con efectividad, estableciendo la hoja de ruta necesaria para conseguir los objetivos a corto, medio y largo plazo». En este sentido, reclaman que no solamente se tengan presentes los sectores productivos industriales tradicionales, como el metalmecánico o el de la alimentación, sino otros recientes como las industrias derivadas de la transformación digital y las tecnologías 4.0.

Las críticas también se dirigieron hacia la sede del Parlamento andaluz, donde ayer arrancó una nueva legislatura. La Coordinadora Andaluza de ONGD (Caongd) manifestó su «preocupación» por la inclusión en la Mesa de la Cámara de Vox, un partido «de ultraderecha con un marcado discurso xenófobo, homófobo y machista». Según la entidad, la presencia del partido de Santiago Abascal «supone un riesgo para los derechos y libertades en la región».