Sevilla

Los murillos de Palacio

El Arzobispado de Sevilla se suma a la celebración del 400 aniversario del nacimiento del artista abriendo su pinacoteca dos sábados al mes desde septiembre

Juan José Asenjo, Juan Espadas y Antonio Muñoz, ayer en el Palacio Arzobispal de Sevilla
Juan José Asenjo, Juan Espadas y Antonio Muñoz, ayer en el Palacio Arzobispal de Sevillalarazon

El Palacio Arzobispal de Sevilla, de mediados del siglo XVI y considerado Monumento Histórico Artístico desde 1969, abre sus dependencias nobles a las visitas de forma permanente desde septiembre –al precio de seis euros– para dar a conocer a los ciudadanos el importante patrimonio que atesora la segunda pinacoteca más importante de la capital, tras el Museo de Bellas Artes. De sus muros cuelgan varias obras de Murillo –este año se celebra el 400 aniversario de su nacimiento–, como la primera Inmaculada que pintó, «La aparición de la virgen a fray Juan de Quirós» y «La entrega del rosario a Santo Domingo de Guzmán». Además cuenta con seis zurbaranes, como «Las lágrimas de San Pedro», y los retratos de Maese Rodrigo Fernández de Santaella, San Francisco de Asís, San Bruno, Santo Domingo y San Pedro Mártir; diversas obras de Herrera el Viejo; del calabrés Matia Pretti o la increíble colección de Juan de Espinal, que se puede apreciar sobre todo en el denominado salón de los cuadros, la mayor estancia del palacio decorada profusamente con obras de este importante exponente del rococó sevillano en las que se repasa la historia de la salvación.

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y el alcalde de la capital hispalense, Juan Espadas, detallaron ayer la iniciativa que sigue los pasos de la desarrollada durante 2013 por el Año de la Fe, con un notable éxito de participación, y que ahora permitirá abrir el palacio dos sábados al mes para cuatro turnos de 30 personas por jornada, sumándose así al conjunto de actividades que la Iglesia va a desarrollar con motivo de la celebración del Año Murillo.

Espadas subrayó que «el patrimonio y la cultura son sinónimos de economía, empleo y riqueza», destacando que la relación entre el Arzobispado y el Ayuntamiento «está permitiendo una alianza muy importante para los intereses de Sevilla», por lo que agradeció al prelado y a su equipo «su implicación en el Año Murillo».