Sevilla

Ortega Cano está «perfectamente» medicado en prisión y sin riesgo adicional

Está «perfectamente medicado» para evitar un accidente cardiovascular y en la cárcel tiene la «posibilidad de rápida asistencia sanitaria si fuera necesaria»

El torero José Ortega Cano, que cumple una condena de dos años y medio de cárcel por provocar un accidente de tráfico mortal, está "perfectamente medicado"para evitar un accidente cardiovascular y en la cárcel tiene la "posibilidad de rápida asistencia sanitaria si fuera necesaria".

Un informe del forense que lo ha examinado en la prisión de Zaragoza, al que ha tenido acceso Efe, afirma que el "riesgo estadístico"de Ortega Cano de sufrir un incidente cardiovascular "no se ve influenciado por la privación de libertad"y "no se estima que exista mayor riesgo vital por estar ingresado en un centro penitenciario".

La juez sevillana que condenó al torero ha notificado hoy al fiscal y a la acusación particular este informe para que se pronuncien en el plazo de cinco días sobre la petición del interesado de suspender el cumplimiento de la condena de cárcel por riesgo médico.

La defensa de Ortega Cano apeló al artículo del Código Penal que contempla esa posibilidad en caso de padecer una "enfermedad muy grave o padecimientos incurables".

El forense recoge que Ortega Cano, de 60 años, tiene una edad coronaria de una persona de 70 años, por lo que "su riesgo estadístico de sufrir un accidente cardiovascular equivale al que tiene una persona de esa edad".

Añade que "en el momento actual se encuentra en prisión perfectamente medicado con los fármacos necesarios para la prevención farmacológica de dicho riesgo y con posibilidad de rápida asistencia sanitaria si fuera necesaria".

Por tanto, ese riesgo estadístico "no se ve influenciado por la privación de libertad", mantiene el forense.

El torero ingresó el pasado 23 de abril en la cárcel de Zuera (Zaragoza) para cumplir una condena por delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico por provocar en mayo del 2011 un accidente cuando conducía su vehículo todoterreno, triplicando la tasa de alcoholemia autorizada, en las proximidades de su finca en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).

En el siniestro falleció el conductor del vehículo con el que colisionó, Carlos Parra.