Vox compara los rescates en el Estrecho con un «servicio de autobús»

Moreno habla de un «error garrafal» del partido de Abascal y lo tacha de «muy desleal»

Vox vuelve a sembrar la polémica en el Parlamento andaluz. La diputada Luz Belinda Rodríguez aseguró ayer que las labores que desempeña Salvamento Marítimo en el Mediterráneo con los inmigrantes en pateras no se puede considerar rescates porque «hace un servicio de autobús» para las mafias, ya que recibe una llamada previa que les avisa para que vayan «a recogerlos». No obstante, Rodríguez mostró su respeto por este servicio, que «cumple sus funciones», pero desveló que ella conoce que las mafias les llaman para que «recojan» a los inmigrantes que salen en patera y añadió que desde la propia entidad le han trasladado esas críticas. «Es cierto que no siempre es satisfactoria esa recogida y mueren, por lo que se está convirtiendo el Mediterráneo en un cementerio», subrayó.

Rodríguez argumentó que las mafias se aprovechan de «todo lo que tengan a su alcance» y explicó que Vox no está en contra de salvar vidas, «todo lo contrario». El portavoz parlamentario de la formación, Alejandro Hernández, matizó que su partido no cuestiona si la actividad de Salvamento Marítimo pone en riesgo la vida de inmigrantes, sino que el sistema está «viciado» y se «hace el juego» a las mafias porque con «un espíritu buenista» el resultado muchas veces es el contrario al deseado. Vox defenderá una iniciativa en el Parlamento sobre este asunto, aunque Hernández no dijo cuáles serán los puntos exactos.

Estas declaraciones no sentaron nada bien al presidente de la Junta, Juanma Moreno, acusando a Vox de ser «muy desleal» y considerando sus críticas «un error garrafal». Durante su visita institucional a Melilla, Moreno salió en defensa de Salvamento Marítimo, a cuyo equipo en las costas andaluzas dice haber conocido, y del que destacó que está «altamente capacitado» y formado por «grandes profesionales».

El asunto se coló en la junta de portavoces y la discusión subió tanto de tono que el propio Hernández abandonó la sesión, después del rifirrafe que protagonizó con el portavoz socialista, Mario Jiménez. Precisamente, Jiménez pidió a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, que haga su función para «preservar los derechos humanos». El orden del día del Pleno, con esa iniciativa, se aprobó con el apoyo de todos los grupos menos el PSOE.