Castilla y León

Castilla y León apuesta por «la cultura y el patrimonio» ante el reto demográfico

Así lo asegura el vceconsejero de Cultura y Turismo, Raúl Fernández Sobrino, en Palencia, quien además considera fundamental una mayor implicación de las instituciones para «afrontar los retos futuros»

Raúl Fernández Sobrino, Ángeles Armisén, José Antonio Orejas, Ignacio Molina y Amalia Rodríguez inauguran el encuentro
Raúl Fernández Sobrino, Ángeles Armisén, José Antonio Orejas, Ignacio Molina y Amalia Rodríguez inauguran el encuentrolarazon

El patrimonio y la cultura como elemento fundamental de desarrollo sostenible ante el reto demográfico. Ésta es la principal apuesta del Gobierno que preside Alfonso Fernández Mañueco para hacer frente a esta lacra.

Así lo aseguró el viceconsejero de Cultura y Turismo, Raúl Fernández Sobrino, durante la inauguración del «IX Encuentro Internacional Ciudades Intermedias frente a la despoblación», que se celebra en Palencia.

También comprometió el apoyo del Ejecutivo autonómico en este tipo de iniciativas, ya que es «muy importante» la implicación de las instituciones para «afrontar los retos de la despoblación y del abandono del medio rural».

Por su parte, la presidenta de la Diputación palentina, Ángeles Armisén, señaló que las jornadas tratan un tema «muy de actualidad en una ciudad como Palencia, sin olvidar todas aquellas poblaciones localizadas en la España de interior». Tal es así que, mantener las ciudades intermedias «como focos de desarrollo y de permanencia de población es ahora mismo un reto», reconoció. Aun así, el desarrollo tiene que venir «vinculado a los propios recursos patrimoniales y no estar deslocalizados», añadió Ángeles Armisén.

Además, el director de la Oficina del Gobierno de España frente al Reto Demográfico, Ignacio Molina, afirmó que las ciudades intermedias tendrán «más oportunidades y riqueza» que las grandes urbes y el medio rural en un horizonte a corto y medio plazo. En este sentido, subrayó que los importantes núcleos de población tendrán «severos problemas para mantener su calidad de vida, al igual que los pueblos, afectados por la despoblación y el envejecimiento». Molina indicó que este tipo de urbes, que oscilan entre los 50.000 y los 250.000 habitantes tienen «un papel fundamental en la vertebración del territorio».