Literatura

Literatura

Eduardo Fraile se apoya en la infancia para aupar la vida con nuevos versos

Eduardo Fraile se apoya en la infancia para aupar la vida con nuevos versos
Eduardo Fraile se apoya en la infancia para aupar la vida con nuevos versoslarazon

Un libro con intenciones, según ya adelanta el título. «Retrato de la soledad», que pega muy bien para esta vieja tierra castellana y leonesa y con el frío polar que la atraviesa en estos días. El poeta y articulista de LA RAZÓN Eduardo Fraile publica la quinta entrega de una heptalogía que comenzó con «Quién mató a Kennedy y por qué: Apuntes del natural» y donde ahonda en su yo más profundo. «El libro explora esa habitación recóndita y casi inaccesible del alma que es donde estamos solos y allí se halla el yo creador, donde trabaja el poeta. El creador tiene que llegar a ese retrete del alma», señala Fraile.

Unos poemas donde al autor señala verse «reconocido en otras soledades» y es por ello, que hay dibujos y retratos de muchas personas, vinculadas de una u otra manera al poeta vallisoletano. «Personas que han sido importantes en mi vida o que han pasado de manera tagencial pero que han supuesto un efecto espejo. A pesar de que el libro se llama ''Retrato de la soledad'' está lleno de gente».

En estos libros, publicados curiosamente en distintas editoriales, el autor ahonda en la búsqueda del tiempo perdido, un viaje hacia atrás para resucitarlo en el presente, y por ello los poemas están tan llenos de información, «incluso de fechas», apostilla Fraile. «Todo es susceptible de hacer con ello belleza y muchas veces cuando las astillas tienen mal aspecto mejor juego dan».

Anécdotas vividas, rescatadas de labios de sus padres, personajes que han marcado su niñez y vida, muchos espejos de escritores como Fernando Pessoa, Juan Ramón Jiménez y Henry Miller hablando de la soledad.

«Retrato de la soledad» será presentado en el dia de hoy en el Museo Patio Herreriano a partir de las 12,30 horas en un acto en el que además del propio autor estarán presentes el poeta José María Parreño y el editor de Difácil, César Sanz.